Alba Muñoz desvela cómo fue la llamada de Antonio Tejado a su hija tras salir de prisión y su encuentro con María del Monte

El pasado mes de febrero, Alba Muñoz relató en ‘¡De viernes!’ el infierno que había vivido junto a Antonio Tejado. Ahora, después de que el juez haya decretado la libertad sin fianza del sobrino de María del Monte (tras pasar 98 días en prisión), la madre de la hija de Tejado visita de nuevo el programa para contar cómo ha recibido esta noticia.

“Me gustaría pensar que sale un Antonio nuevo, pero… otra parte de mí, cree que no, que va a volver a lo mismo”, confiesa. Cuenta que nadie le avisó de su puesta en libertad ni invitó a la hija que tienen en común a la celebración familiar que se produjo tras su salida. “No sé si sale con sed de venganza o sale tranquilo”, añade.

La llamada de Antonio Tejado a su hija

Alba confiesa que Antonio llamó a su hija y que la conversación duró apenas once minutos: “Él no le explicó nada. Se basó en decirle lo que él estaba haciendo en ese momento y preguntarle por cosas de su cole en estos tres meses y sí fue ella quien le preguntó, en tono jocoso, si se había echado amigos allí porque ella sí sabía dónde había estado”.

“Fue parte de la inocencia de una niña. Él no le dio ningún tipo de explicación ni yo quería que se la diese porque la niña no la estaba buscando”, añade. Durante su estancia en la cárcel, los familiares se han preocupado poco por la niña, según la invitada: “Hemos recibido tres llamadas o cuatro, por parte de la abuela.

“Las demás llamadas han sido todas de la menor hacia ella, algunas con respuesta y otras sin ella. No hemos recibido ninguna más, de ningún tío ni de nadie”, añade. Por otro lado, dice no tener miedo a reencontrarse con su ex, aunque le preocupa “el tono altivo” con el que ha salido de prisión.

El encuentro de Alba Muñoz con María del Monte

Alba cuenta que se encontró de manera casual con María del Monte y con Inmaculada Casal y que se mostraron muy caroñosas con ella: “Sentí muchísimo apoyo por parte de las dos, vi a una María muy segura de lo que me estaba diciendo. Sentía que ella tenía claro lo que había pasado y de quién era el culpable. Me dio la sensación de que ella estaba convencida de que su sobrino estaba implicado”. “Me dijo que la relación con su familia estaba rota y que no quería saber nada de nadie”, añade.