Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin se dieron el ‘Sí, quiero’ hace 24 años y desde entonces la pareja ha pasado por un sinfín de situaciones complicadas que lejos de provocar su separación fortalecieron su matrimonio.
La implicación del exjugador de balonmano en el Caso Nóos fue un escándalo hasta el momento nunca visto en nuestra sociedad, pero dejó al descubierto la devoción que la infanta sentía por su marido y padre de sus cuatro hijos.
Lejos de dar la espalda a Iñaki, Cristina se mantuvo a su lado y llegó incluso a distanciarse de su familia por seguir los pasos de su marido protagonizando sonadas visitas a la cárcel de Brieva en la que Urdangarin cumplía condena.
Sin embargo, los problemas de Cristina con su familia a causa de su marido comenzaron mucho antes de que el exduque se viera envuelto en el escándalo de corrupción. Tal y como se ha explicado en el especial ‘Cristina de Borbón. Rota de amor’, el por entonces rey Juan Carlos intentó sin éxito impedir el matrimonio de su hija con el jugador de balonmano.
Pidió que hicieran una campaña mediática para que esta relación no saliera a la luz. Un mes antes de que saliera el compromiso, movió todos los hilos para intentar que todo siguiera adelante, pero no lo consiguió. No le gustaba que su hija se casara con un jugador de balonmano, vasco y que vivía en Cataluña.