Practicar algún deporte es una recomendación que genera un consenso unánime debido a los muchos beneficios que supone. La actividad física es clave para mantener y mejorar nuestra salud, y su importancia radica en que acaba con el sedentarismo (un problema agudizado en los últimos meses), y con las enfermedades que de él se derivan, como la obesidad, las patologías cardíacas o la diabetes. Pero no solo a nivel físico: el ejercicio aporta numerosas ventajas también en el aspecto psicológico y mental. Estamos ante un verdadero catalizador de nuestro estado de ánimo.
Hacer deporte es una práctica cada vez más habitual. Y poco a poco se va asociando más no solo con el cuidado de nuestro cuerpo: también con las atenciones a nuestra salud mental. Pero, aunque tal vez no lo hayamos asociado directamente, es algo que ya viene de lejos. Los porqués tras la decisión personal de hacer ejercicio son de lo más variopintos, pero uno que siempre se ha repetido y que tiene que ver con sus ventajas emocionales suele ser el factor estético.
Conseguir un mejor aspecto y verse más atractivo provoca que mucha gente se anime en esto de la actividad física. Sobre ello han debatido Jesús Vázquez y Nagore Robles en el cuarto episodio de ‘El Método Vázquez by Fitbit’. Como puedes ver en el video ambos han llegado a una conclusión; puede ser una motivación, pero lo que importa es que te haga sentir mejor contigo mismo. Y lo cierto es que esta es una evidencia científica: está demostrado que existen beneficios en el ámbito psicológico por el hecho de hacer ejercicio.
Más allá de la cuestión estética, son muchos los beneficios que genera emocional y anímicamente en nosotros. En primer lugar, porque todo tiene que ver con una cuestión fisiológica: hay una explicación científica que concluye que el deporte ayuda a nuestro estado de ánimo. Practicar ejercicio físico hace que se segreguen una serie de hormonas. Entre ellas, se liberan endorfinas, un tipo de neurotransmisores cuyo efecto principal es la sensación de bienestar. Así que sí: la actividad deportiva repercute directamente en nuestro estado de ánimo.
Pero no solo vía la segregación de endorfinas, también mejora nuestro humor desde otra perspectiva: la práctica de deporte redunda además en un mejor descanso, lo que reduce problemas y trastornos relacionados con el sueño. Algo que podemos medir cualitativamente gracias a una de las funcionalidades del smartwatch avanzado de salud Fitbit Sense, que monitoriza el tiempo que pasas en cada fase del sueño ligero, profundo y REM y nos otorga una puntuación, dándonos así la posibilidad de poder entender mejor la calidad del mismo . De la misma manera, el descanso adecuado impulsa nuestra capacidad de concentración y nuestra productividad, haciendo así que también nos sintamos mejor.
Más allá de los beneficios físicos y de las ventajas anímicas que supone la realización de alguna práctica deportiva debido a motivos fisiológicos, existen otros muchos beneficios complementarios que ayudan a nuestra salud mental y nuestro bienestar psicológico.
En primer lugar, hacer deporte es, ante todo, comenzar una rutina y fijar unos objetivos. El cumplimiento progresivo de lo que proponemos, el hecho de alcanzar nuestras metas, de seguir un calendario y focalizarnos en un destino beneficioso supone una importante inyección de autoestima en tanto logramos lo que nos proponíamos, y no solo en cuanto a estética se refiere. Tener éxito nos reconforta y nos reafirma en lo que hacemos y aumenta la confianza en nosotros mismos cuando comenzamos a ver resultados.
El deporte contribuye, asimismo, a reforzar nuestra faceta más social. Por lo general se trata de una práctica que contribuye a crear relaciones con otras personas y que, precisamente por eso, fomenta la cooperación y la comunicación. En cuanto hace que seamos más sociables, aumenta nuestra autonomía, nuestra capacidad de trabajar en equipo y de integrarnos en un grupo.
La suma de todos los beneficios mencionados anteriormente hace del deporte una actividad que contribuye a aliviar sustancialmente los síntomas de situaciones de estrés, ansiedad o depresión. La mejora de nuestro estado físico, de la autoestima, de nuestra sociabilidad, el hecho de que cumplamos objetivos o que descansemos mejor: el ejercicio ayuda a nuestro desarrollo integral como personas y hace que nos sintamos más a gusto con nosotros mismos. Y para ello es clave integrarlo adecuadamente en nuestro día a día. Gracias a las muchas funciones de Fitbit Sense, es posible realizar un seguimiento detallado: desde monitorizar la actividad diaria a sus 20 modos de entrenamiento. ¡Lo que necesitas para conectar con tu salud y mejorar tu estado de ánimo!