Lo que dice el lenguaje no verbal de Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana ante el juez

Arantxa Sánchez Vicario ha declarado ante el juez asegurando que si no pagó la deuda millonaria que tenía con el Banco de Luxemburgo fue porque así se lo dijo su ahora exmarido, Josep Santacana. Eva García, directora del Instituto Español de Sinergología, analiza la tensión del cuerpo de la tenista, sus lágrimas y cómo reaccionaba su exmarido, sentado tras ella, a sus gestos.

La declaración de Arantxa Sánchez Vicario

La experta apuntaba que lo normal en un juicio es la tensión a menos que se trate de una persona muy habituada a este tipo de situaciones. Por ello, ver "fijaciones" como el gesto de Arantxa poniendo sus manos sobre las piernas es algo normal: "Es una forma de tranquilizarnos".

"Tiene un cuerpo tenso de valencia negativa y muy acurrucado en ella misma", apuntaba Eva García, pero advertía un cambio en ella: "Empieza a mover las manos y las piernas, esto nos indica que dentro de la tensión, se está sintiendo más cómoda está comunicado".

El cambio en la actitud de Arantxa Sánchez Vicario

Sin embargo, su actitud se modificaba cuando le preguntaban por su padre y el momento en que dejó de gestionar su patrimonio. Arantxa se rompía y se ponía a llorar: "Primero se le descompone todo el cuerpo. Si ves esa tensión pierde la tonicidad del cuerpo y se derrumba. Al mencionar a su padre afloran otra serie de emociones, menciona a su marido porque le considera responsable pero de lo que está hablando cuando rompe a llorar es de su padre".

De hecho esto afecta a las cuerdas vocales y se le rompe la voz: "Empieza a cruzar brazos dentro del cuerpo, a llevarse las manos a los ojos, a pinzar los ojos, eso es que le está afectando toda esta situación. Finalmente se derrumba y hace un gesto de separarse como diciendo 'no puedo seguir". Todo ello tiene que ver con la "emoción fuerte" que siente y que le hace perder la "tonicidad" necesaria para comunicar el mensaje que quiere transmitir.

La actitud de Josep Santacana

Por otro lado, Josep Santacana escuchaba sus palabras justo detrás, en la primera fila de sillas. La resolución de la imagen impide saber qué gesto tenía, pero sí vemos su postura, primero cruzado de piernas, un gesto que aunque parece de cierre también puede suponer una forma de "estar cómodos".

Sin embargo, cuando se dice que el banco ejecutó su aval, ocurre algo y es que Santacana se mueve, pone las manos en una posición diferente, en un "bucle de protección".

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