Con 70 millones de habitantes, Tailandia ocupa el sexto lugar del mundo en cuanto a población carcelaria y, de los 330.000 encarcelados, 520 están condenados a la pena capital. En el año 2003 se instauró la inyección letal que sustituyó a los fusilamientos y son 63 los delitos tipificados por los que te pueden condenar.
El último reo ejecutado fue en el año 2018, era un hombre de 26 años que llevaba cinco en prisión tras apuñalar hasta en 24 ocasiones a un chico de 17 años por venganza.
Solo el rey de Tailandia tiene la potestad de indultar a un condenado a pena de muerte. Se trata de datos facilitados por ‘Amnistía internacional’ y Ángel Gonzalo, de la organización, nos daba los detalles en ‘Así es la vida’: “Se condena a muerte todavía en al menos 55 países”.
“En materia de Tailandia, lo positivo es que la última ejecución fue en 2018 y anteriormente en el 2009”, explicaba Ángel, con lo que concluía que se trata de un país “retencionista” pero que “afortunadamente no aplica la pena de muerte con asiduidad”.
A pesar de todo, en el año 2022 se registraron 104 condenas a muerte en el país “lo cual no deja de ser preocupante”.