En 2017 la familia Ramos-Rubio compró una parcela de 15.000 metros cuadrados y 1.400 metros construidos por 4.2 millones de euros. La casa estaba dividida en una planta baja y un sótano en el que tenían piscina climatizada.
Además contaba con piscina exterior y un amplio jardín repleto de encimas que decidió talar, decisión que le ha valido una multa de 250.000 euros. Pero no solo modificó el exterior, también quiso derribar la construcción y la ha remodelado al completo.
Se trata de una reforma integral que ha revalorizado la compra hasta los 12 millones de euros. Vivirán en esta vivienda modular de 1000 metros cuadrados que cuenta con garaje, piscina, sótano y gimnasio.
Ahora, los obreros rematan los detalles porque queda poco para la mudanza.