La reina Letizia se ha despedido en la estricta intimidad de su abuela paterna, Menchu Álvarez del Valle. Una mujer a la que amaba, admiraba, respetaba y con la que mantenía una relación muy especial ya que ambas compartían su gran pasión por la comunicación. Una relación que nieta y abuela nunca han querido esconder.
Menchu Álvarez del Valle, la abuela Menchu, fue una de las primeras en conocer su particular cuento de hadas que estaba viviendo su nieta Letizia. En las imágenes de la visita de los todavía novios doña Letizia y el Rey Felipe VI a casa de Menchu, ya veíamos una mirada llena de afecto, una sonrisa cómplices y unas constantes caricias que hacían más que evidente el amor que se procesaban abuela y nieta.
Menchu conocía a su nieta mejor que nadie y se tomaba con mucho sentido del humor algunos de los gestos más comentados de la que estaba a punto de convertirse en la Reina de España. Doña Letizia solía abrazarse a su abuela siempre que la tenía cerca, un bonito gesto de protección y complicidad que tuvo con ella de por vida.
Un gran cariño y admiración que llevó a Letizia a saltarse cualquier protocolo y abrazar a su abuela durante la cena de gala previa a su enlace matrimonial en el que la gran locutora radiofónica brillo como nunca leyendo una de las lecturas de la ceremonia.
Menchu Álvarez del Valle nunca quiso ser conocida cómo la abuela de la Reina y permanecer en un segundo plano, según nos ha contado una de sus grandes amigas quién la define como una mujer valiente que les deja un vacío muy grande.