Luis, testigo de la explosión del barrio de Salamanca: “He visto volar el ático de la casa”
El número de heridos confirmados aumenta a 17 tras la terrible explosión de un edificio de cuatro plantas
Una guardería cercana al edificio habría quedado totalmente destrozada según los testigos
El alcalde de Madrid se encuentra junto al hospital de campaña instalado en la calle Ayala
En directo y tan solo unos minutos después de producirse una terrible explosión de la calle Ayala esquina General Pardiñas en el barrio madrileño de Salamanca, Estefanía Ruiz ha podido hablar con uno de los vecinos de la zona. El caos se ha apoderado del barrio y son muchos los que ha intentado ayudar en todo lo que han podido.
“He oído la explosión y he visto volar, literalmente, el ático de la casa”, ha asegurado Luis una de los trabajadores de un bar muy cercano al edificio. Todavía con el miedo en el cuerpo y con la sensación de que la adrenalina les había ayudado a reaccionar, el camarero nos ha explicado cómo han vivido los minutos posteriores a la gran explosión: “hemos bajado corriendo el del restaurante de enfrente y yo, ya había una señora, y nos hemos metido a una guardería que hay, que estaba toda reventada y hemos gritado que si alguien nos oía… Luego ha venido la policía y hemos dejado trabajar a los que saben”.
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Nos hemos metido a una guardería que hay, que estaba toda reventada
Respecto al rescate de los vecinos que se encontraban en el interior del edificio, este vecino nos ha confirmado que “Un chico que tiene una tienda de mármoles y dos chavales que han sacado a una señora… Yo creo que la adrenalina te quita el miedo, lo haces y ya está”.
Además, habría un vecino que habría saltado por los aires tras la fuerte explosión y habría aterrizado en un patio cercano. Son ya 17 los heridos confirmados y tres de ellos los que han tenido que ser desplazados al hospital.
La gran explosión deja a varios menores con rasguños
No parece haber ningún niño afectado de gravedad, pero sí se confirmaría que la explosión habría sido tal que algún pequeño podría tener algún rasguño producido por los cascotes que ha volado en todas direcciones.