Con la seguridad y la tranquilidad que puede tener una madre sin tener desde hace 14 días noticias de sus dos hijas, Beatriz ha hablado en exclusiva con Inma Rivas para ‘Ya es mediodía’ y lo ha hecho asegurando que está convencida de que sus hijas están bien y que su padre es incapaz de hacerles daño.
Una mujer convencida de que sus hijas están vivas y de que el padre es incapaz de hacerles nada, que solo se las ha llevado para fastidiarle a ella, así hemos escuchado por primera vez a Beatriz, la madre de Ana y Olivia, las pequeñas secuestradas por su padre Tomás Gimeno en Tenerife. Por sus palabras, Inma Rivas, la reportera que ha conseguido que Beatriz rompiera su silencio, ha tenido la sensación de estar hablando con una persona “tranquila, serena, una tranquilidad que le da pensar que sus pequeñas Ana y Olivia están vivas y a salvo de hecho, está convencida de que cuando Olivia le pida que quiere estar con su madre, él la va a traer de vuelta”.
Según ha explicado Inma Rivas sobre su conversación con Beatriz, las niñas estaban muy apegadas a ella y cree que no tardarán en echarla de menos y pedirle a su padre que quieren verla. Beatriz está destrozada y asegura que su fuerza para continuar día a día es encontrar a sus pequeñas Ana y Olivia. Pide a los ciudadanos que continúen ayudando y que cualquiera que pueda verlas dé la voz de alarma. Son muchos los días y cada vez es más complicado, pero Beatriz está convencida de que sus hijas regresaran a su lado.
Tras el testimonio de los marineros que aseguraron haber escuchado el balbuceo de un bebé la misma tarde de la desaparición de las pequeñas Ana y Olivia, una parte de la investigación se ha centrado en el análisis del fondo marino. Una tarea muy complicada debido al gran desnivel del fondo marino que a muy pocos metros de la costa puede llegar a alcanzar los 500 metros de profundidad.
A bordo de una lancha sonar y en compañía de expertos, Inma Rivas nos ha mostrado cómo se estaba rastreando el fondo marino en busca de cualquier prueba o indicio que pueda ayudar en la búsqueda de las niñas desaparecidas en compañía de su padre. La lancha cuenta con una sonda que permite ver cómo es el fondo marino y cualquier bulto que se encontrara en el fondo quedaría marcada en el monitor. Sobre todo capta objetos metálicos, pero lo que complica la búsqueda es la profundidad porque a partir de 200 metro ya no funciona con precisión. La costa de Tenerife tiene una estructura de cuesta en la que casi sin alejarnos de la costa se pueden alcanzar.
Respecto a la posibilidad de que fuera la propia Olivia la que tuviera pulsado el botón de la emisora abierta en el canal 9, Nacho, uno de los marineros que la escuchó, se ha mostrado dudoso y apuesta más porque la emisora estuviera abierta y la niñas estuviera hablando de fondo. Él ha estado 5 días navegando con la esperanza de volver a escuchar el balbuceo de la bebé, pero no lo ha vuelto a escuchar.