Tras la denuncia de uno de los responsables de la Fundación Madrina, ‘Ya es mediodía’ ha investigado la reventa y uso fraudulento de los alimentos donados en las colas del hambre de Madrid. Según ha podido comprobar un equipo de investigación del programa, la gente supuestamente necesitaba vende los productos que les dan en plataformas online y hasta en las propias tiendas cercanas del barrio.
Conrado Giménez, de la Fundación Madrina, nos daba la voz de alarma y nos mostraba su preocupación ante la actuación fraudulenta de bastantes personas que nada más recibir los alimentos o productos para bebés lo intentan vender en las tiendas del barrio cercanas a las colas dónde se lo han dado.
Además, se han multiplicado los anuncios online en páginas de intercambio en los que se ofrecen legumbres a cambio de pañales o leche maternizada. Se anuncia con el lema “Yo dono” o “Yo regalo” y ofrecen sobre todo productos infantiles. El equipo de investigación de ‘Ya es mediodía’ se ha puesto en contacto con uno de estos anunciantes y casualmente nos ha dicho que ya no tenía nada “Ha sido una sola vez, me lo dio una amiga, yo no tengo nada”, aseguraba. Sin embargo, son numerosos los anuncios que aparecen con su teléfono de contacto.
Con un aumento en la demanda de estas colas del hambre de un 40% en Madrid o cifras de hasta un 60% en ciudades como Pontevedra, hemos querido hablar con una de las trabajadoras de estas asociaciones benéficas para saber cómo podían gestionar estas constantes estafas. Lidia Babiano, trabajadora social Fundación Madrina, nos ha explicado que son muy pocas las medidas las que pueden tomar para evitar este tipo de fraudes y que lo que están haciendo es llamar a los anuncios para llamarles la atención y una vez identificados, les eliminan de la lista “Lo que hacemos es llamarles por teléfono y quitarles de la lista”.
Asegura que la mayor reventa se produce con la “Leche maternizada, legumbres o pasta”. Y que han evitado que se vendan los pañales dándoles los paquetes abiertos: “Con los pañales no pueden hacerlo tantos porque lo que hemos hecho es partirlos por la mitad y que estén abiertos”.