Con casi 40 grados a la sombra en pleno mes de Mayo, ‘Ya es mediodía’ se ha preguntado cómo tenemos que actuar ante un posible golpe de calor. La principal medida es la intentar prevenirlo mediante la hidratación y la búsqueda de sitios lo más fresquitos posible.
La crema hidratante, una gorra o abundante hidratación mediante la ingesta de agua o líquidos azucaraos no siempre son suficientes para evitar sufrir un golpe de calor en plena calle, hay trabajadores que no pueden interrumpir su función por mucho calor que haga.
Fabiola Etayo ha hablado en directo con Patricia, Jefa del Servicio SUMA 112, para saber cómo podemos detectar que estamos sufriendo un golpe de calor y cómo tenemos que actuar si lo sufrimos. Los principales síntomas que nos alertan de la posibilidad de sufrir un golpe de calor son una gran debilidad generalizada, mareos e incluso, nauseas, vómitos o llegar a perder la consciencia y convulsionar.
El primer paso a dar ante esta situación es quitar a la persona del sol y ponerlo a la sombra. Una vez que llegan los profesionales sanitarios, lo primero que hacen es comprobar la consciencia del paciente. En el caso de que el paciente esté mareado, se le tumba y se le levanta la pierntas, y se procede a un enfriamiento “le quitamos la ropa y le bajamos la temperatura con sueros fríos, hielos o lo que tuviéramos en ese momento”.
Para evitar llegar a esta situación, Patricia asegura que es fundamental la prevención. En el SUMA 112 reciben dos tipos de llamadas, los que están en la vía pública y los que están en domicilio. En vía pública tenemos que evitar las horas de máximo calor, llevar la cabeza protegida, ropa que transpire y la hidratación con agua.
En domicilio suelen ser las viviendas que no están suficientemente refrigeradas y los pacientes que más suelen sufrirlos son las personas mayores que no tiene un acceso tan fácil a la hidratación por bebidas y sistemas de ventilación adecuados.