Son los conocidos como 'policías de balcón', aquellas personas que, desde la intimidad de sus domicilios o en plena calle con sus teléfonos móviles, graban a los infractores de las normas decretadas por el Gobierno tras el fin del estado de alarma y el confinamiento.
Pero ojo con grabar a estas personas y subir los vídeos a las redes sociales. Si los grabados sin dar su aprobación se reconocen en la red pueden denunciar los hechos y el 'policía de balcón' enfrentarse a penas que van desde los dos a los cinco años de cárcel.
También a una multa de 400 euros al mes durante uno o dos años por cometer un delito de vulneración del derecho a la intimidad. Únicamente se podrá grabar a los infractores sin consentimiento si las imágenes son para facilitárselas a la policía.