El rotundo alegato de Javier Ruiz contra la "vergüenza" de lo ocurrido en las residencias: "Algunas son casas de los horrores"
El periodista cree que los recortes y las privatizaciones de estos centros de mayores son parte fundamental del problema
La crisis del coronavirus se ha cobrado la vida de entre 15.000 y 17.000 ancianos que vivían en residencias de mayores. Este hecho es la gran “vergüenza” de cómo se ha sobrellevado la pandemia en España, según Javier Ruiz. El periodista cree que la gestión de las residencias es lo primero que habrá que mirar cuando se supere la crisis.
“Hay 113 investigaciones en fiscalía. Es rayano en los delictivo algunas de las cosas que hemos visto”, ha dicho Ruiz en ‘Ya es mediodía’. En su opinión, hay tres aspectos básicos sobre los que hay que reflexionar y que son el problema:
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- Los recortes: “Las políticas públicas han metido la tijera donde no debían, en la gente más débil, más mayor y que ya ha pagado todas las deudas que tenía con el estado durante toda su vida tributaria. No lo merecen”.
- Las privatizaciones: “Se han privatizado demasiadas cosas para sacar demasiado margen”.
- Las prácticas que se han llevado a cabo en algunas residencias: “Hay honrosas excepciones donde se ha hecho como se tenía que hacer, pero entre 15.000 y 17.000 personas muertas supuestamente por coronavirus no son anécdotas, son una categoría de fondo”. El periodista cree que algunos de esos centros son “verdaderas casas de los horrores”.
Ruiz pone el ejemplo de Madrid, la comunidad más rica en renta per cápita, pero que gasta menos por residente que la media nacional: “Es evidente que ha habido una tijera de más”.
Javier Gallego está de acuerdo en que hay que investigar a las residencias ha habido mala gestión, pero cree que es importante no generalizar. “De 5.300 residencias que hay, 4.500 no han tenido ningún caso de coronavirus”, ha explicado. También ha puesto el foco en todos esos mayores que llevan semanas aislados en las habitaciones de los centros, sin siquiera poder salir a las zonas comunes y sin contacto físico con sus seres queridos.