Carmen Sebastián, paciente de herpes zóster oftálmico: "He tenido varios y lo he pasado fatal. Me afectó a la visión del ojo y perdí mucha vista"
Carmen, paciente de herpes :"Ahora tengo visión monocular y se me cansa mucho la vista"
El herpes zóster es un sarpullido que aparece en forma de pequeñas ampollas en la piel, normalmente en el torso, aunque también puede aparecer en el abdomen, en las piernas o en la cara, y está causado por la reactivación del virus de la varicela.
En la primera infección, este virus causa la varicela quedando latente, podríamos decir que permanece “dormido” en los nervios sensoriales, que son los encargados de percibir los cambios de temperatura o el dolor. Nuestro sistema inmunitario mantiene controlado al virus, pero en algunas ocasiones, cuando bajan las defensas, por ejemplo, debido al envejecimiento, a determinadas enfermedades o a estar en tratamiento con algunos medicamentos, el sistema inmunitario deja de ser capaz de controlar al virus y éste se reactiva dando lugar a un herpes zóster."El virus de la varicela está como dormido en nuestro organismo, pero al cabo de los años se reactiva y aparece la infección por herpes zóster", nos explica José María Ferrer, Médico de Familia.
Carmen ha tenido herpes zóster en dos ocasiones y nos cuenta su experiencia: "He tenido varios. El primero lo tuve en el párpado del ojo y otro en el costado. Lo pasé muy mal".
Carmen, paciente de herpes: "Me afectó a la visión del ojo y ahora sólo veo un 10%"
Aunque el herpes zóster puede tener diferentes consecuencias, a Carmen le dejó secuelas el que tuvo en el ojo (que es el que más veces se le ha repetido): "Me afectó a la visión del ojo y perdí mucha vista. Ahora tengo visión monocular y se me cansa mucho la vista", nos explica.
El herpes zóster no se puede curar, pero se puede tratar y evitar las grandes lesiones, si vamos al médico con los primeros síntomas: "Yo les diría a las personas que lo sufran que acudan de inmediato al médico porque puedes evitar que el nervio se quede tan afectado como me pasó a mí", nos aconseja Carmen.
¿Cuáles son los síntomas del herpes zóster?
Los síntomas del herpes zóster son incómodos, dolorosos y duraderos. Los primeros signos incluyen ardor o dolor punzante y hormigueo o picazón.
El herpes zóster produce lesiones vesiculosas en las zonas por las que pasan los nervios, la más frecuente es en el nervio intercostal (entre las costillas), localizándose en una franja que se extiende desde la espalda hasta la parte anterior del tórax. Puede también aparecer a nivel lumbar, extendiéndose desde la zona lumbar hasta el abdomen o por las extremidades, en el ojo, oído y la boca, estos tres últimos corresponden a la zona del nervio trigémino.
En cualquier caso, lo característico es que las lesiones se limitan a un único lado del cuerpo (derecho o izquierdo), sin atravesar hacia el otro lado. La afectación más grave es la de los nervios de la cara, ya que puede afectar a la boca, a la lengua, al ojo (herpes oftálmico) o al oído (el famoso síndrome de Ramsay-Hunt que ha sufrido recientemente el cantante Justin Bieber).
De uno a 14 días después, tendrá lugar una erupción que consiste en ampollas que generalmente duran entre siete y 10 días.
Las lesiones suelen ir apareciendo a lo largo de varios días y pueden acompañarse de picor local o de dolor, sobre todo si afecta a personas mayores. El dolor puede aparecer entre 48 y 72 horas antes de que broten las lesiones. Pasada una semana, las lesiones se transforman en costras y posteriormente desaparecen. En personas con defensas bajas las lesiones pueden ser más numerosas y tardar más en desaparecer.
En raras ocasiones, usualmente en personas con el sistema inmunitario debilitado, la erupción puede estar más extendida y parecerse a una erupción de varicela.
Algunas personas también pueden presentar otros síntomas, como:
-Fiebre
- Dolor de cabeza
-Escalofríos
-Dolor abdominal
El herpes zóster ótico (síndrome de Ramsay Hunt, herpes zóster en el oído) se debe al compromiso del ganglio geniculado. Lo cual produce otalgia, parálisis facial y, a veces, vértigo. Se forman vesículas en el conducto auditivo externo y el paciente puede perder el sentido del gusto en los dos tercios anteriores de la lengua.
El herpes zóster oftálmico se debe al compromiso del ganglio trigeminal (de Gasser) y se manifiesta con dolor y una erupción vesiculosa alrededor del ojo y en la frente, en el área de distribución de la división oftálmica V1 del quinto nervio craneal (trigémino). La enfermedad ocular puede ser grave. El hallazgo de vesículas en la punta de la nariz (signo de Hutchinson) indica el compromiso del ramo nasociliar y un riesgo aumentado de enfermedad ocular grave. Sin embargo, el ojo puede estar comprometido, aunque no haya lesiones en la punta de la nariz.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se realiza tras un examen visual y principalmente por la clínica. En caso de duda, se puede realizar un cultivo virológico de las ampollas en la fase inicial de la infección.
Consecuencias del zóster: neuralgia posherpética
Una de cada cuatro personas que han sufrido herpes zóster tendrá neuralgia postherpética. Se trata de un dolor persistente o recidivante en el área de distribución afectada (neuralgia posherpética), que puede persistir durante varios meses o años o incluso, de forma permanente.
Si se cree haber contraído el herpes zóster, acuda al médico para su valoración. Todas las personas que han pasado la varicela (con síntomas o asintomática), pueden padecer herpes zóster.
El herpes zóster presenta una baja mortalidad, pero sus complicaciones, especialmente la neuralgia postherpética, pueden ocasionar discapacidad y afectar a la calidad de vida de quienes lo padecen. Esta enfermedad no tiene cura, pero sí que existen medidas de prevención. Consulta con tu médico para más información.
Para más información visita la web