Lo primero que ha querido aclarar Manuel es que el cartel que ha colgado, que dice que los niños sin supervisión de sus padres serán “vendidos como esclavos”, es “una broma”. Lo que pide es que los más pequeños cumplan las normas: “Yo tengo dos hijos y me encanta que todos jueguen, pero tienen que hacerlo dentro de unas normas y respetar a los clientes y el mobiliario. Yo he visto aquí a niños jugando al fútbol y a sus padres sin decirles nada, y eso es lo que no puede ser”, ha aclarado. ¿Estás de acuerdo con él? ¡Vota en nuestra encuesta!