El cirujano que operó negligentemente del pecho a una paciente y se marchó de vacaciones sin atenderla en el posoperatorio ha sido condenado a pagarle 30.702 euros. Dicho médico se fue de viaje nada más realizar la operación, pero la paciente empezó a tener dolores y a encontrarse mal. Entonces, él comenzó a recetarle antibióticos por Whatsapp y a indicarle cómo debía realizarse las inyecciones. Asustada, la paciente fue a otro hospital donde le diagnosticaron asimetría por necrosis y le advirtieron de que le habían puesto las pótesis equivocadas.