Llevamos un verano con un aumento importante de muertes por imprudencias o despistes. Son casi 500 muertes al año en España, una cifra que año a año, continúa creciendo.
La principal causa de estas muertes se produce por imprudencias por parte de los bañistas y otro dato, normalmente son más hombres que mujeres.
Hacerse un selfie en un acantilado, bañarse en el mar con bandera roja o tirarse desde las rocas para conseguir un salto de altura, son las causas más comunes de estos fallecimientos. El mar es muy peligroso y muchas veces no se le tiene el respeto que se merece. Esto es lo que le ha ocurrido a un hombre en Zurriola en San Sebastián, una ola le ha golpeado con fuerza y se encuentra hospitalizado con una posible lesión medular.
Nuestro compañero, Paco Ballesta, acompañado por el personal de Salvamento Marítimo de Níjar, nos comenta lo que puede ocurrir cuando no somos prudentes. Justo en esa zona, hace unos años, un chico en el rompeolas se desequilibró, cayó dándose en la cabeza y terminó parapléjico. Y es que esta zona de Níjar en Almería, es una zona muy rocosa y cuando sube el nivel del mar, no se ven las rocas pero están ahí.
"Mucho cuidado con los nadadores cuando se salen de la zona protegida por las boyas del mar y con las corrientes, nosotros siempre aconsejamos no nadar en línea a la playa, siempre nadar en perpendicular", esos eran los principales consejos del responsable de Salvamento Marítimo.