¿Es más barato comprar alimentos congelados? ¿Tienen las mismas propiedades? ¿Cuánto podemos ahorrar en la cesta de la compra? Según los expertos, la compra de productos congelados puede hacer que consigamos ahorrar hasta un 40% en la cesta de la compra y no perder ninguna de las propiedades alimenticias.
Rubén Lechuga nos ha mostrado el asombroso ahorro que podemos conseguir por ejemplo si en lugar de guisantes frescos, consumimos guisantes congelados. Un gesto que puede suponer un ahorro de hasta un 95%, de 20,25€ a 1.35€ el kilo.
En contra de lo que muchas veces se puede pensar, un buen proceso de congelación consigue que no se pierdan propiedades. La pérdida de propiedades puede tener lugar en el proceso de descongelación o durante una inapropiada forma de cocinado.
Otro ejemplo de ahorro en verdura congelada sería el de las espinacas, brócoli, algas o acelgas con 57%. Lo mismo sucede con la carne y el pescado, unos contramuslos de polo pueden costar unos 3,60€ y congelados 2,90€, un ahorro del 23€.
La OCU sí apuesta por la garantía en los procesos de ultracongelado, que no es lo mismo que congelarlo nosotros en casa, los productos de ultracongelación se realizan a a temperatura de -40 grados. Respecto al proceso de congelación, las hortalizas y verduras se pueden descongelar al mismo momento en el que las cocinamos, pero la carne y el pescado tiene que seguir un proceso de descongelación que depende del peso y del tipo de pieza, y siempre en nevera.
El caso de la merluza también es muy llamativo de 10€ fresca a 7€ congelada, pero hay cierta polémica porque el origen de la merluza congelada no suele ser un destino europeo y sí pescado procedente de Argentina.
Es muy importante tener en cuenta que los productos congelados no tengan ni escarcha ni estén apelmazados, dos signos que pueden decirnos que el proceso de congelación no ha sido el adecuado.