Con el Ministerio de Educación aceptando que las gemelas de tan solo 12 años que se precipitaron al vacío el pasado 22 de febrero en Sallent (Barcelona) eran víctimas de bullying en el instituto y con varias vías de investigación abiertas, los Mossos d´Esquadra está analizando las cámaras de seguridad del edificio en el que vivían las pequeñas.
Tras 48 horas descartando la existencia de un caso de acoso escolar, Educación ha escuchado las decenas de testimonios que hablan de sufrimiento de Alana y Leila, y ha aceptado la posibilidad de que las niñas de 12 años fueran víctima de bullying.
Los Mossos d´Esquadra apuntan a un cúmulo de situaciones como desencadenante de la decisión de las niñas de suicidarse, ya que ha quedado confirmado que también existían problemas económicos y personales en el entorno familiar, pero la investigación sigue abierta y se barajan varias vías.
De hecho, se están analizando las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio en las que se ve a las pequeñas regresar de clase, esa misma tarde en compañía, en compañía de una amiga de la que se despiden con un cariñoso abrazo. Algo que según otros amigos de las pequeñas no es algo aislado y se producía en otras ocasiones.
Las muestras de cariño de compañeros, vecinos y amigos no dejan de multiplicarse. Todo el mundo está en shock ante lo sucedido y siguen insistiendo en que las pequeñas sufrían acoso escolar.
Desde Argentina, Gustavo, el abuelo de las pequeñas ha explicado en ‘El programa de Ana Rosa’ que la pequeña Leila había experimentado una ligera mejoría en su estado de salud y que la intención de la familia desde hacía un año era la de regresar a su país.
Rotos de dolor y con la esperanza de que la pequeña que ha sobrevivido supere la operación a la que está a punto de ser sometida, la familia y los amigos más cercanos de las pequeñas de Sallent (Barcelona) que se lanzaron al vacío desde un tercer piso, se han acercado hasta el lugar en el que una de ellas perdió la vida y han hecho un improvisado homenaje.