Elena Antúnez pasó por el quirófano en el año 2007 para aumentarse el pecho, pero la operación salió mal y ahora vive con dolor crónico. Además, ha sido condenada a pagar 90.000 euros en costas porque denunció lo ocurrido, pero el Tribunal Constitucional no va a revisar el caso.
“En 2007 me hago un aumento de pecho porque tenía complejo. En 2009 se me descuelga una prótesis y se me cose por dentro. En la clínica del doctor Miguel Saldaña me dicen que es una cicatriz interior y que con el tiempo irá desapareciendo”, ha relatado. Pero no fue así, por lo que el doctor le dijo que tenía “un dolor neuropático en las raíces nerviosas” que le impedía hacer cualquier movimiento.
Tras ponerle en tratamiento, en 2011 deciden volver a intervenir a Elena para “buscar un botón neural”: “Ahí es cuando me destroza”, le cuenta a Joaquín Prat.
Varios años después denuncia a la compañía, pero después de que el caso llegara al Tribunal Constitucional y que este se negara a revisarlo, a Elena se la condena a pagar 90.000 euros en costas. Se ha declarado insolvente porque, además, no trabaja porque tiene concedida la incapacidad total.
Joaquín Prat estaba impresionado con el duro testimonio de Elena e incluso hubo un momento que su relato le dejó sin palabras: “No sé qué decir”.