Tras saber que Suso Álvarez entró junto a Ana María Aldón en la vivienda familiar el pasado 24 de julio con un palo en la mano y que fue el único testigo de la gran bronca que la diseñadora protagonizó con Gloria Camila, María Verdoy ha querido saber todos los detalles y se ha plantado junto al extronista en el chalet que Ortega Cano tiene en Fuente del Fresno.
Nos habló de miedo, de nervios, de tensión, de un posible robo, de la reacción de Gloria Camila, de un palo, pero Suso Álvarez no mencionó el nombre José Ortega Cano y había un motivo. El colaborador de televisión asegura que se han dicho muchas mentiras sobre lo que ocurrió en esa casa, la primera que fuera una discusión entre el matrimonio y la hija de Rocío Jurado porque él no vio al torero en ningún momento “Ortega Cano no estaba presente cuando yo entré en la casa”.
Suso estuvo unos 30 minutos dentro del domicilio y asegura rotundo “Yo no vi en ningún momento a Ortega Cano”. ¿Dónde estaba el maestro?
Sin dar más detalles de los necesarios, Suso ha asegurado “seguir en el sendero de la verdad, no estaba Ortega, se está adornando muchísimo la historia y no es verdad” y además, ha contado dónde se produjo el encuentro y qué le dijo Gloria Camila al verle con un palo en mano.
Hay muchos detalles de la historia de la gran bronca de Ana María Aldón y Gloria Camila que siguen sin cuadrar y el único testigo de lo sucedido ha querido resolvernos algunos detalles. Al parecer, él entró en la casa porque su compañera quería abrazarlo “Me dice ‘Suso entra que te voy a dar un abrazo’”.
Insiste en que Ana María no vio el coche de Gloria “Estaba muy afectada” y que el encuentro entre los cuatro no se produjo que el jardín “Nos cruzamos todos en las escaleras de dentro de la casa, en el recibidor”. Momento en el que Gloria le pregunta “Suso, ¿Tú que haces aquí?” y él ya más tranquilo, pero todavía aturdido le entregó el palo que llevaba en la mano.
Eso sí, Suso no ha especificado si Gloria y Ana se pusieron a discutir, si la diseñadora echó o no a la amiga de Gloria de la casa y mucho menos, cuánto tiempo permaneció en el domicilio tras el encuentro.