Banderas franquistas, esvásticas, armas… pero lo más inquietante que la policía ha encontrado en la casa del marqués de Perijá, asesino de dos mujeres en la calle Serrano 205 de Madrid, ha sido una diana cuadrada con el lema “Muerte a perro Sánchez” contra la que disparaba su pistola de balines.
Una diana con la frase “Muerte a perro Sánchez”, es una de pertenencias que la policía ha encontrado entre las pertenencias de Fernando González de Castejón y Jordán de Urríes IX marqués de Perijá y XVI conde de Atarés, conocido como el conde de Serrano y el asesino de su esposa y una amiga en su domicilio de Madrid.
Una expresión, no sabemos si hay algo más en ello o solo denota una actitud violenta que ha demostrado tener al acabar a sangre fría con la vida de dos mujeres. Al parecer, el conde ensayaba sus prácticas de tiro de forma habitual contra la cara del Presidente del Gobierno y en el patio comunitario.
La policía se ha encontrado con un lugar de culto al franquismo y el nazismo lleno de simbología ultraderechista, luces gamadas, emblemas de las S.S, banderas franquistas… Su mujer y su amiga tenía las maletas preparadas para escapar de allí, pero no lo consiguieron y encontraron la muerte en un santuario franquista y nazi con una diana con la cara de Pedro Sánchez.
Alfonso Egea, periodista que ha sido testigo de lo encontrado en casa del conde de Serrano, nos ha relatado cómo la policía allá dentro de una vitrina 7 armas de calibres muy extraños pertenecientes a otra épocas, junto a dagas de la SS, fotos de Francisco Franco y Adolfo Hitler, y una diana en la que había pintado la frase ‘Muerte a perro Sánchez’ “Repleta de balines de aire comprimido procedentes de la pistola con la que practicaba en el patio”.
El periodista de la SER nos ha descrito a un “perfil ultraderechista, era un habitual de las concentraciones contra el confinamiento que se realizaron en el barrio de Salamanca… También era un habitual en la chulería contra los vecinos…”, y asegura que tenía amenazadas a las vecinas con perro con matar a sus mascotas y a las que regaban porque podían dañar los cuadros de Picasso que tenía en el salón.
El periodista Jaime González ha coincidido en alguna ocasión con Fernando González de Castejón en debates televisivos y no le define como una persona trastornada “Era un personaje… No es un perturbado… Era un vanidoso, un engreído… No era un hombre que no estuviera en sus cabales, lo que transmitía era una soberbia, un valor de sí mismo, estaba siempre en posesión de la verdad… Estaba permanentemente a la defensiva, era un hombre iracundo, de genética violenta”. Algo que los expertos han corroborado “No es un loco, es un asesino que sabe lo que hace”.