Jesús está casado con Silvia, una joven que lucha cada día contra la anorexia nerviosa. Después de su boda, Silvia vivió algunos de sus peores momentos y llegó incluso a tapar todos los espejos de su casa para no verse a sí misma. Desde entonces, ha recaído varias veces y su relación con Jesús peligra. Por eso él quiere animarla para que coja fuerzas y triunfe contra la anorexia: "Estoy con ella, sé que es fuerte y sé que va a seguir adelante". Jesús se compromete a hacer todo lo que ella le pida mientras que Silvia dice que es duro pero va a seguir luchando. Además ella tiene un mensaje para los que también están luchando contra trastornos alimenticios: "Su cuerpo no se merece el trato que le damos. Hay que pedir ayuda".