Tras recibir una paliza del propio Mario Mendoza, el chico que fue contratado por el abogado para acostarse con Carlos y arruinar la firma del hotel decide contarle toda la verdad. El hijo pequeño de Bandeira no puede creerse que al que consideraba como un hermano, esté traicionándole a él y a toda su familia para hacerse con su poder.
Carlos decide ir directo a Mario y contarle que sabe toda la verdad. Lejos de aceptar sus acusaciones, el abogado le asegura que para él es como un hermano y trata de hacerle cambiar de opinión. Pero Carlos sabe que está en lo cierto y está dispuesto a cualquier cosa para que Mario no se quede con los negocios de su familia.
Poco después de descubrir cuáles son las verdaderas intenciones de Mario Mendoza y ver que nadie parece estar dispuesto a pararle los pies, Carlos pierde los nervios y aparece en el pazo con una pistola que le ha regalado su tía Berta. Mientras que apunta a Mario por la espalda, Bandeira consigue calmarle y hacerle recapacitar. Pero Carlos no está dispuesto a que su familia pierda lo que es suyo y le ofrece ayuda a su madre para acabar con él.