Mario Mendoza no cesa en su empeño de hacerse con todo el poder de la familia Bandeira cuanto antes y ya ha puesto en marcha el plan para incapacitarle debido a su enfermedad. El abogado, que hasta ahora consideraba un segundo padre al Nemo, no tiene escrúpulos a la hora de contratar a una persona que ponga en duda sus capacidades mentales.