Después de descubrir que Mario Mendoza contrató a un chico para que le drogarse y no pudiese completar la venta del hotel, Carlos decide ir directo y contarle que sabe toda la verdad. Lejos de aceptar sus acusaciones, Mario le asegura que para él es como un hermano y trata de hacerle cambiar de opinión. Pero Carlos sabe que está en lo cierto y está dispuesto a cualquier cosa para que Mario no se quede con los negocios de su familia.