Siempre le vemos como el alma de la fiesta y dispuesto a hacer reír a todo el mundo pero… ¿cómo es realmente nuestro colaborador más alocado? Torito deja de ser Torito por unos minutos y nos habla desde el corazón de Quique, la persona que se encuentra detrás de esa parte profesional.
Asegura que pasar tanto tiempo con su hijo durante el confinamiento le ha cambiado la vida y sus expectativas son bastante diferentes desde entonces. Torito nos habla de su trabajo, de su timidez y de decepciones. Y se sincera como nunca: “Me ha decepcionado un poco la televisión”, confiesa entre lágrimas.
Lamenta que durante 18 años nunca se le ha llamado para hacer un casting o ser alguien más en la cadena, y eso le duele: “Veo pasar oportunidades que nunca son para ti. Y durante el confinamiento he tirado la toalla. Aunque quizás el problema soy yo, que me creo el ombligo del mundo. Me merezco más de salir más de cinco minutos en este programa”.
En el amor, dice que “se ha chingado a todo el mundo” y que siempre quiso ser padre soltero porque nunca encontraba el amor. Además, cuenta la peculiar manera en la que conoció a su marido y es de lo más bonita y asombrosa.
Pero el tema más delicado ha sido al hablar del miedo, porque Torito ha confesado que hace 15 años notó que le faltaba el aire al volver del supermercado. Estuvo dos semanas ingresado y desde entonces es enfermo crónico de una enfermedad letal con la que lleva todos estos años luchando. Se encuentra bien, pero tiene un tratamiento desde entonces: “Es difícil hacer reír cuando tu corazón llora”. Emma García se ha quedado en shock porque nadie en el programa sabía nada al respecto, solamente su marido y sus padres. Además, Torito insiste en que no va a volver a hablar de este tema y pide comprensión y respeto.