El 30 de mayo de 2013 el cuerpo sin vida de Mario Biondo, marido de la presentadora Raquel Sánchez Silva, era encontrado por la asistenta del hogar de la pareja en su apartamento del centro de Madrid. Aunque en un principio Raquel y los familiares del cámara italiano se mostraban unidos, lo cierto es que con el paso del tiempo las cosas cambiarían mucho.
Ahora, ocho años después del trágico suceso, la familia de Mario pelea en los tribunales italianos y en los medios de comunicación para que se reabra la investigación por la muerte del joven, una muerte que se calificó de suicidio en España pero sobre la que planean infinidad de supuestas irregularidades e incógnitas.
Tan solo seis días después de la muerte del cámara, Raquel Sánchez Silva acudía voluntariamente a declarar ante la policía para colaborar en el caso y así ayudar a esclarecer el motivo de la muerte de su marido. Este programa ha tenido acceso a esa documentación, una declaración en la que la presentadora hablaba de la relación que mantenía con el que fuera su compañero de 'Supervivientes' y de sus suposiciones sobre lo que había podido pasar.
'Viva la vida' ha tenido acceso, en exclusiva, a la documentación de la investigación de la muerte de Mario Biondo, una investigación plagada de datos que no coinciden con las fotografías del cadáver del italiano y con las declaraciones de algunas de las personas más allegadas del cámara.
Los policías que encontraron el cuerpo de Mario recogieron en este informe la declaración de Raquel Sánchez Silva el mismo día de la muerte del cámara, unas declaraciones que no coinciden con las que la periodista haría tan solo seis días después:
En esta primera declaración, Raquel aseguraba a los agentes que su marido le había hablado en una ocasión de la posibilidad de suicidarse por los problemas de depresión que sufría a causa de sus pasadas adicciones a las drogas.
Sin embargo, seis días después Raquel acudía voluntariamente a dependencias policiales para "ayudar a la investigación". En esta segunda toma de contacto con los investigadores, Raquel recalcaba los problemas de su marido con las drogas y hablaba de un detalle que centraba la investigación en una dirección: "Explica que al contarle a su familia lo sucedido una hermana de Mario le dice que cuando eran niños ambos jugaban a apretarse el cuello con las manos hasta desvanecerse, para reanimarse después".