Es la noticia de la semana. Enrique Ponce y Paloma Cuevas, una de las parejas más sólidas del panorama del corazón, han puesto fin a su relación tras 25 años juntos. Los rumores de que la pareja atravesaba una crisis eran muchos, pero todo se precipitaba cuando saltaba a nuestras pantallas Ana Soria, la joven almeriense que habría conquistado al torero.
Paloma Cuevas se ha mantenido al margen, hasta hoy. La guapa cordobesa ha roto su silencio en una conocida revista y ha declarado cuál es su situación actual y cómo está llevando la separación:
"Estoy serena porque mi fe me permite estar tranquila, es un momento muy difícil pero ahora no me quiero preocupar por mí, sólo quiero que mis hijos y mis padres estén bien. Estoy en el campo cuidando de ellos e intentado que esta situación les afecte lo menos posible. Jamás voy a hablar mal del padre de mis hijos, nos tendremos el mismo cariño que nos hemos tenido siempre. Nos llevamos muy bien y eso no va a cambiar".
José Luis, el abuelo de la joven almeriense que ocupa el corazón de Enrique Ponce, ha definido a su nieta como una chica ejemplar: "Es muy buena, muy trabajadora y estudiosa, lo tiene todo. Yo lo único que quiero es que ella sea feliz porque se lo merece".
José Luis nos ha contado que se ha enterado por la prensa de la relación que mantiene su nieta con el matador de toros.