Esta semana Irene Rosales rompía por primera vez su correcto silencio acerca de Isabel Pantoja haciendo una polémica llamada a 'Sálvame'. La colaboradora de 'Viva la vida' entraba por teléfono en pleno directo para quejarse de la actitud de Anabel Pantoja en el programa. Para Irene Rosales la actitud de Anabel, defendiendo constantemente a su tía, no está siendo la correcta:
"Hice esa llamada porque vi un fragmento de lo que se estaba emitiendo en 'Sálvame' en el que Anabel decía que su tía, con respecto a las adicciones de Kiko, lo había hecho todo (…) Me sentó muy mal, podría haberse callado en vez de decir eso, yo lo pasé muy mal y en ese proceso estuve sola con la ayuda de nuestro compadre Fran (…) Estallé porque no se dijo la verdad, no es verdad que Isabel haya ayudado todo lo que ha podido, no basta con llevárselo una semana al Rocío (…) Me pilló a mí sola con dos mis dos hijas pequeñas y el hijo de Kiko".
Irene ha contado por primera vez cómo fueron los primeros meses de lucha contra las adicciones al lado de su marido y padre de sus hijas, unas brutales palabras que han dejado el plató de 'Viva la vida' en completo silencio: "Fue muy duro lo que vivimos, yo he tenido que ver cómo a mi marido le daban temblores y ataques de ansiedad, no es nada fácil ver a tu marido así, cuando se está quitando de una adicción tan grande (…) El peor momento fue cuando acabó el verano porque los días se hacían más grises, Kiko estaba enfadado consigo mismo y con el mundo".
Esta semana se han visto numerosas imágenes de cámaras ocultas a Kiko Rivera en las que se veía al DJ hablando de sus adicciones sin saber que estaba que estaba siendo grabado y en situaciones comprometidas. Irene, aunque no ha querido acusar directamente a nadie, sí que ha afirmado que la falta de afecto y atención que Kiko sufrió en sus años de juventud tuvo un papel determinante en los problemas que el hijo de Isabel Pantoja ha tenido con las drogas.
La colaboradora de 'Viva la vida' opina que en esos momentos, y especialmente en los años de internado del DJ, las personas cercanas a Kiko deberían haber estado más pendientes de su estado de salud y de sus costumbres, algo que ella misma ha calificado como "un secreto a voces": "Debería haber tenido a su lado alguien que le hubiera enderezado un poco más, que hubiera estado pendiente a lo que le ocurría".