Ana María Aldón se ha visto envuelta, sin ella quererlo, en medio de la polémica que rodea a la familia de su marido, José Ortega Cano. Ana María ha confesado en 'Viva la vida' que lo está pasando muy mal por todo lo que está acarreando la emisión de la serie documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'.
Ana María estás sufriendo en primera persona todo el revuelo que se está causando ya no solo por lo que toca a su marido y las ideas que sobre él se están poniendo encima de la mesa, si no por los recuerdos que el relato de Rocío Carrasco le trae de su infancia, una infancia marcada por los malos tratos de su padre a su madre.
La colaboradora ha explicado que no quiere posicionarse a favor de ninguna de las partes, pero que entiende por lo que Rocío Carrasco está pasando porque ella también lo ha vivido: "Yo también he necesitado ayuda psicológica, como ella, de hecho cuando me fui a 'Supervivientes' la estaba recibiendo".
Ana María ha explicado que comprende las palabras de Rocío Carrasco y el hecho de que no se sienta preparada para hablar con su hija, pero que de la misma manera se solidariza con el dolor que está viviendo Rocío Flores: "A mí lo que me gustaría es que esa madre y esos hijos volvieran a tener relación y solucionasen sus problemas".
A raíz de la docuserie, Ana María Aldón está recibiendo insultos muy graves a través de las redes sociales: "Me están diciendo cosas muy feas por mis opiniones, insultos que yo no había escuchado nunca antes". La colaboradora de 'Viva la vida' asegura que en estos momentos no está recibiendo ayuda psicológica pero no lo descarta: "Si sigo así voy a necesitarlo porque, aunque la gente no lo entienda, lo estoy pasando muy mal, por las noches me cuesta dormir, solo escucho las voces de esta guerra por un lado y por el otro y yo me siento en medio".