José Antonio Avilés estrena sección en 'Viva la vida'. El colaborador se enfrenta a 'El confesionario de Avilés' y el primer protagonista ha sido Bertín Osborne. Avilés se ha trasladado hasta la finca del cantante y allí le ha lanzado todas esas preguntas que todos nos hacemos pero que solo él se atreve a formular.
Como no podía ser de otra manera, Avilés ha querido saber qué tal lleva Bertín el divorcio de Fabiola Martínez, la madre de sus dos hijos pequeños: "Nosotros coincidimos en mil cosas de la vida, pero hay momentos en los que la convivencia es complicada, pero no pasa nada, somos más amigos ahora que antes (...) En el caso de sentarme con Fabiola a hablar tendría que ser ella la que me diera a mí una segunda oportunidad (...) Separados estamos muy bien y cuando nos vemos lo disfrutamos el doble".
Bertín le asegura a Avilés que no tiene ni tiempo ni ganas para enamorarse de nuevo o para pensar en conocer a alguien: "Así estoy bien, no te puedes ni imaginar la pereza que me da, no no".
Pese a que Bertín vive solo en su finca, únicamente acompañado por las personas que le ayudan a cuidarla, el cantante es una persona muy familiar y pasa todo el tiempo que puede con sus hijos. Bertín le ha contado a Avilés con la voz entrecortada que la mayor preocupación de su vida es sin duda su hijo Kike.
La enfermedad de Kike provoca que tanto él como Fabiola vivan en constante alerta: "Cualquier padre que tenga un hijo como el nuestro sabrá de lo que hablo, es vivir con el estómago en la boca constantemente".