Declara el asesino confeso de Juana Canal: "Era el amor de mi vida. Se ponía agresiva al beber"

El juicio contra Jesús Pradales por la muerte de Juana Canal en 2003, que no trascendió hasta 16 años más tarde, cuando se hallaron huesos de la víctima casualmente, comenzaba este lunes 16 de septiembre en la Audiencia Provincial con la conformación del jurado popular.

La defensa del asesino confeso sostendrá en el juicio que acabó con la vida de su pareja sin querer, en "un hecho accidental, desgraciado, fortuito", y que por lo tanto no cometió ningún delito. Mientras, la acusación particular ha considerado probado que se trató de un homicidio doloso.

Este martes le ha tocado el turno de declarar a Jesús Pradales. El interrogatorio de la Fiscalía ha comenzado desde el inicio de su relación sentimental con la víctima y ha asegurado que "Juana Canal era el amor de su vida" y que dejó una relación sentimental con otra persona que llevaba nueve años y tenían dos hijos por "un flechazo".

Cuando le han preguntado por el momento en el que sucedió todo esa noche, el asesino confeso habría tratado de echarle la culpa de estas agresiones a Juani, diciendo que tenía un adicción y que esa noche "estaba demasiado violenta".

En octubre de 2022, Jesús Pradales declaró ante la jueza que la víctima le amenazó con clavarse un cuchillo y culparle en el transcurso de una discusión en la que habría fallecido de forma accidental tras golpearla para evitar una agresión.

El crimen se resolvió tras localizar los huesos de la víctima en una finca en Ávila, lo que llevó a los investigadores a la detención de Jesús en octubre. Los restos aparecieron en mayo de 2019 pero hasta junio de 2022 no se comunicó a la familia este hallazgo.

Tras su detención, un juez de Ávila acordó su ingreso en prisión provisional, pero se inhibió a favor de los juzgados de Madrid al entender que los supuestos hechos delictivos tuvieron lugar en el partido judicial de la capital.

La defensa alega que Juana Canal murió accidentalmente al golpearse en una caída

Dentro del escrito de defensa de cara al juicio, el letrado interesaba la nulidad de las diligencias acordadas con posterioridad al 23 de noviembre de 2020. Esgrimía que por auto de 26 de septiembre de 2019 se acordó declarar compleja la instrucción de la causa "fijando en dieciocho meses el plazo de duración de tramitación de la misma, plazo que se computará desde la fecha del auto de incoación", auto de incoación de fecha 23 de mayo de 2019.