Hablamos con el acusado de drogar a menores para agredirlas sexualmente en su casa: "Venía a mi casa porque me la encontré llorando"

  • El acusado ya está en libertad con cargos

  • Carmen Alfaro, la reportera que acudió a esta vivienda, nos ha contado lo que pudo ver en el domicilio en el que vive el presunto agresor

  • En la vivienda, un punto de venta de droga, se localizó ropa interior de niña, estupefacientes y material informático

Poco después de que la policía detuviese a un hombre acusado de drogar a menores para posteriormente agredirlas sexualmente en su casa, lugar en el que además tenía varias prendas de ropa interior de niña, ropa y hasta cinco básculas, 'Vamos a ver' acudía hasta este domicilio y allí se encontraban por sorpresa al detenido que ya había sido puesto en libertad.

El equipo de este programa lo primero que se encuentra al llegar a este domicilio es la llave puesta en la puerta. Al llamar al timbre nos abre un hombre llamado José Antonio, que es propietario del piso en el que vive desde hace más de un año el presunto agresor.

Ambos eran detenidos y el propietario de la vivienda en un primer momento fue acusado de encubrimiento, aunque asegura que no se va a demostrar el delito porque no existe.

El presunto agresor sexual es un hombre de 67 años que ya está en libertad con cargos y que tiene más de 40 detenciones. De momento la policía solo ha reconocido a una víctima, pero no se descarta que pueda haber más.

Carmen Alfaro, la reportera que acudió a esta vivienda: "Pudimos hablar con el presunto agresor, que nos contó que había estado varias veces en la cárcel, pero nunca por delitos sexuales"

Carmen Alfaro, la reportera que acudió a esta vivienda, nos ha contado lo que pudo ver allí: "Pudimos hablar con el presunto agresor, que nos contó que había estado varias veces en la cárcel, pero nunca por delitos sexuales. Nos dijo que había estado acudiendo a su casa porque se la encontró en la calle llorando y le pidió dinero porque su madre la pegaba", ha relatado.

Sobre cómo estaba la vivienda, la reportera ha relatado: "Estaba patas arriba y no es apta para que viva allí nadie. Nos enseñó es hachís y los ansiolíticos que tiene, asegurándonos que es para consumo propio y bajo prescripción médica".