Carmen Borrego explica en 'Vamos a ver' cómo está afrontando la familia de María Teresa Campos su muerte y cómo están repartiendo, gestionando y organizando todos los objetos de valor que la presentadora guardaba con mucho cariño.
La colaboradora empieza diciendo que para las hijas de Teresa Campos " ha sido mucho menos importante el valor económico de las cosas al valor sentimental, cosas que sabes que tu madre ha guardado con muchísimo cariño y siempre estarán en la familia y entre nosotros".
"Para mi madre, lo peor fue desmontar la casa de su vida, la casa en la que invirtió todo su trabajo, fue un momento muy duro. Qué haces con todo lo que hay allí, aunque no le des valor, son cosas que compras con esfuerzo y cariño", continúa diciendo Carmen Borrego. Luego, la hija de María Teresa aclara: "Mi madre fue la que decidió qué se llevaba y qué no, ella decidió lo que se llevaba a su piso".
Carmen Borrego quiere dejar claro que en el domicilio de María Teresa Campos hay muchísimas cosas y sentencia: "Todos tenemos nuestras casas montadas, tú ahora no puedes meter por la puerta mubles, enseres...".
La colaboradora continúa hablando abiertamente sobre cómo las hermanas han afrontado este proceso y declara: "Las cosas de mi madre, sus zapatos, su ropa, las cosas que eran de ella y de valor emocional, están repartidas entre todos, entre nietos, hijos e incluso hermanos".
Carmen Borrego confiesa un dato muy llamativo: "Yo tengo sueños en los que sueño con mi madre conmigo recogiendo su casa, con ella viva, ella diciéndome qué guardo y qué no. Hay un mueble en concreto que siempre que sueño con mi madre, ella hace referencia a ese mueble... por supuesto que me he quedado con ese mueble". Tras esto, continúa diciendo: "Son unos sueños en los que veo todos los muebles de mi vida...".
Tras esto, Joaquín Prat confiesa que uno de los momentos más duros es cuando llegas al baño y ves el cepillo de dientes de la persona que ha fallecido. Carmen Borrego, muy triste, confiesa: "Es que al baño no he entrado...". Por último, la hija de María Teresa Campos sentencia: "Se me pone la carne de gallina, cada vez que voy a casa de mi madre huele a ella. Tengo una pasmina porque ella ya estaba muy delgadita, se la ponía porque tenía frío y la ha llevado hasta sus últimos días. No la voy a lavar nunca, la huelo y vivo en mi madre".