'Vamos a ver' habla en directo con Esteban, hijo del conserje de un céntrico edificio de Madrid que ha sido encontrado muerto a cuchilladas en el interior de la casa de uno de los vecinos. El entrevistado confiesa que la justicia tardó casi 24 horas en autorizar a los agentes a acceder al apartamento en el que se encontraba el cadáver de su padre: "Y si lo hubiésemos podido salvar...".
El hijo de Esteban se pronuncia con el gesto abatido sobre la muerte de su padre y cómo supieron que éste podría estar muerto: "A las seis de la tarde voy con mi hijo, su nieto, y mi madre, yo también vivo en el edificio, en el cuarto piso, nos despedimos de él en el ascensor y a partir de ahí le perdemos la pista hasta las ocho de la noche: es imposible porque él siempre sube a ver a su nieto".
"Él siempre tiene batería en el móvil, no subió a ver a su nieto y nos pareció extrañísimo, pensábamos que había pasado algo, su móvil daba señal hasta que a las 20:00 horas estaba apagado o fuera de cobertura", sentencia con tristeza a la reportera.
Esteban explica que cuando su padre desaparece "pensábamos que se había despistado o había tenido un accidente fuera, preguntamos en los hospitales y no está. El día anterior le digo a la policía que pidan las imágenes de la cámara de seguridad, ellos llamaron a la empresa y no se lo cogieron, creo que deberían haber insistido...".
"Yo me planto allí a las 08:00 horas de la mañana y a las 11:00 horas ya tengo las imágenes de seguridad", cuenta que se adelantó ante la tardanza de los agentes. Ahí, visualizaron los vídeos: "Lo vi con mi madre, se ve la escena despidiéndonos de mi padre, eran las 18:20 horas, él vuelve al mostrador y saluda a una vecina".
"Tras esto, se ve como ese señor, el asesino, le dice que suba. Se ve como mi padre sube, se agacha un poquito, una pena que no haya audio en la imágenes, a partir de ahí no se le vuelve a ver", dice con el tono serio. Después, Esteban comenta: "A los 40 minutos se ve al individuo este bajar duchado, con ropa limpia, con una bolsa enorme, esto es muy raro porque el asesino tiene síndrome de diógenes, iba con una cosa alargada envuelta en paños, que se asemeja a un cuchillo... en ese momento yo sabía que mi padre estaba muerto o, por lo menos, en peligro".
El presunto asesino, al salir del piso, "se le ve en las imágenes agresivo, se va al mostrador de mi padre, le coloca la silla y apaga la luz para que pensemos que se había a ido".
Esteban explica el largo sufrimiento que vivió desde las 11:00 horas de la mañana hasta las 03:00 horas de la madrugada pidiéndole a los policías que abrieran la puerta en el que estaba el cadáver de su padre. Los agentes, según el hijo de la víctima, le dijeron: "Nosotros abriríamos, pero nos van a suspender de empleo y sueldo y tenemos familias...".
El entrevistado sabía perfectamente que su padre estaba en el interior de esa casa, muerto o agonizando, pero que debía entrar: "Entonces le dije 'y si entro yo' y los policías me contestaron 'es allanamiento de morada, vienes con nosotros detenido y tienes un hijo, piénsalo". Esteban, bastante enfadado, cuenta que les dijo: "Pero no tenéis bastantes indicios, que se ve en las imágenes y no ha vuelto a salir".
"¿Y si mi padre tenía un hilo de vida?, ¡qué! No lo sabemos todavía hasta que le hagan la autopsia, pero ya no me lo van a devolver", dice con toda la pena y dolor del mundo ante la actitud de la justicia. Un hijo desesperado que intentó durante esas horas ir piso por piso de todos los vecinos para demostrarle a los policías que el cuerpo de su padre no estaba allí, salvo en la casa del asesino.
Además, quitaron la mirilla y el pomo de la puerta, Esteba confiesa que bajó a comprar una cámara para meterla por estos huecos porque "si tuviésemos una imagen del cuerpo ya sí que te autorizan a entrar, pero como tenía el suelo lleno de basura pues no se podía hacer nada". Por último, sobre este suceso, sentencia: "A las tres de la mañana lo encontraron, cuando sucedió le dije a la jueza 'todo lo que he pasado yo y lo que ha hecho agonizar a mi madre y a mí no se lo deseo a usted ni a nadie que conozca usted. No se le pasaba por la cabeza, ellos pensaba que no había cuerpo ahí... ojalá no haya estado con vida hasta ese momento porque sino...".