'Vamos a ver' se desplaza hasta la localidad de Yunquera, en Málaga, para entrevistar en directo a los vecinos de la localidad que han realizado un perfil del cura del pueblo que ha sido detenido por presuntamente sedar, agredir sexualmente y grabar a sus víctimas.
El miedo ha llegado a Yunquera, haciendo que todas las mujeres de la localidad teman por si ellas han podido ser víctimas y, lo peor de todo, sus hijos. Una de las vecinas, ante la cámara, confiesa que hay incertidumbre entre los habitantes: "¿Y si me ha pasado a mí? Ya no sabes nada, puede haber algún caso mas, dicen que en Córdoba también ha estado...".
"La gente del pueblo está preocupada porque piensas ¿me ha podido pasar a mí, a mi niño?", explica una vecina siendo consciente de la dura situación que atraviesa la localidad malagueña.
Las vecinas cuentan en directo todo lo que han vivido y cómo era la relación del cura presuntamente abusador con los feligreses de Yunquera. La primera mujer confiesa: "Él era una persona que yo creía que era tímido, daba los buenos días y buenas tardes, pero no iba más allá".
"Estábamos acostumbrados a que los sacerdotes del pueblo se dieran a conocer y éste no... era tímido y no le gustaba hablar", continúa describiendo la vecina al detenido. Tras esto, añade: "Era una persona normal, un chico joven, normal. Ni loca pensaba que fuese a hacer una cosa así".
En cuanto a la actitud del cura con la gente de la iglesia, declaran las vecias: "No lo veías en ningún lado, la gente asidua en la parroquia contaba que tenían un trato amable y que más allá de eso no entraba en ningún tema de conversación... pero pensábamos que era por su timidez".
Sobre el presunto agresor, la vecina cuenta una anécdota que le llamó la atención: "Un día aparcó el coche frente del mío, escuché la música muy alta, la tenía a toda caña, estaba escuchando heavy metal... me sorprendió al ver que el que estaba dentro era el cura, dije '¡qué raro!', pero pensé que era un chico joven y cada uno tiene sus gustos, pues ya está".
Las vecinas confirman que el cura "llevaba en el pueblo desde antes del verano" y que "nosotras ni el pueblo sabíamos el motivo por el que había venido aquí, simplemente sabíamos que se había ido un cura y vino otro, ya está".
"Las misas eran normales, escuetas, intentaba acabar prontito y nada más. Normales. No había nada que te hiciera sospechar", comentan las mujeres. Por último, las vecinas terminan diciendo de cuál eran sus intenciones: "No había asistido a ninguna excursión o campamento, pero sabemos que él tenía pensado organizar algún tipo de convivencia o campamento".