Una pareja ha sido acusada de secuestrar a sus tres hijos menores, los cuales estaban tutelados por la Comunidad de Madrid. Después de disfrutar de un permiso de fin de semana, tal y como dicta la denuncia, el padre no los devolvió al centro y los retuvo durante varios días.
Los pequeños han estado en paradero desconocido durante tres semanas y varios agentes se vieron obligados a entrar en la casa en la que los padres habían ‘secuestrado’ a sus hijos. En ‘Vamos a ver’ hemos podido hablar con el progenitor de estos niños.
Muy afectado, el padre de los pequeños ha concedido unas declaraciones al programa de Joaquín Prat y ha dejado claro que está dispuesto a hacer lo que sea para recuperar a sus hijos, al tiempo que se enfrenta a una acusación de sustracción de menores, incendio provocado y atentado contra la autoridad.
En declaraciones a ‘Vamos a ver’, ha explicado el motivo por el que no los devolvió al centro en el que estaban: “Mi hija me dijo que le pegaban, la castigaban, no le daban bien de comer y estaba llena de piojos”, aseguraba.
“Yo tengo mi tutela activa y no los devolví porque tengo derecho. Llamé al centro y les dije que los niños no iban a volver, que se quedaban conmigo. Ellos me dijeron que no pasaba nada y les estuve llamando todos los días para contar cómo estaban mis hijos”, añadía.
Él defiende que tenía la tutela y acusa directamente a la Administración: “Me los ha robado. Me han secuestrado a mis niños y quiero que me los devuelvan (..) Yo tengo mi tutela activa y a mis hijos no les ha faltado de nada conmigo”, decía.
El padre de los niños ‘secuestrados’ en Carabanchel niega que hubiera ningún incendio en su casa, que los menores no estaban en ningún armario y asegura que la Comunidad de Madrid se está basando en un expediente de Castilla-La Mancha para quitarle a sus hijos. Un expediente que ya ha prescrito, según él.
Sobre el incidente que tuvo lugar en la casa donde tenían ‘retenidos’ a los niños, el padre asegura que se vivieron momentos muy tensos con la Policía. Que ellos no estaban haciendo ningún fuego y que los agentes irrumpieron sin permiso.
“Me pegaron una paliza delante de mi hija y ella pedía a gritos que quería estar conmigo. Hemos recurrido la orden de alejamiento, pero yo tengo que estar contacto con mis hijos todos los días para que el centro no se los dé a otras familias. No quiero que me separen de ellos y voy a luchar, aunque me tenga que poner en huelga de hambre”, apuntaba.