31 de agosto. Día Internacional de la Obstetricia y la Embarazada. Cuando los bebés nacen, su sistema inmunológico aún está en proceso de desarrollo. Por eso, la inmunización materna se presenta como uno de los métodos más efectivos para proteger al recién nacido frente a infecciones potencialmente peligrosas, desde el momento del nacimiento y hasta los primeros meses de vida1.
A través de la vacunación de la mujer embarazada se transmiten anticuerpos maternos a la placenta y se proporcionan anticuerpos que ayudan a defenderse frente a enfermedades que pueden ser muy graves en los recién nacidos, como la tosferina. En este artículo colaborativo con Pfizer descubriremos las enfermedades que podemos prevenir gracias a este método.
A partir del segundo trimestre de embarazo, las mujeres transfieren al bebé moléculas esenciales para la lucha contra enfermedades a través de la placenta, lo que se conoce como inmunoglobulinas G o IgG. Así, a medida que avanza el embarazo, esta protección inmunológica de “reserva” se va intensificando cada vez más.
Esta transferencia maternofetal de anticuerpos es esencial para que los recién nacidos tengan una protección adicional2 y ayudarles a combatir infecciones durante las primeras horas de vida y hasta los seis meses de edad, que es el período en el que son más vulnerables. Y, por eso, se puede decir que se trata de uno de los procesos más asombrosos que realiza el cuerpo de una mujer embarazada para ayudar a su bebé a desarrollarse después del nacimiento.
Sin embargo, para transferir inmunidad protectora a su bebé, la futura madre debe haber adquirido los anticuerpos específicos contra las potenciales enfermedades, idealmente a través de la vacunación. Así, ella también estará protegida frente a enfermedades potencialmente peligrosas durante la gestación, etapa en la que se limita el abanico de tratamientos disponibles para las mujeres, ya que algunos de ellos conllevan riesgos potenciales para el embarazo.
En concreto, los ginecólogos y obstetras recomiendan aprovechar la visita reglada del tercer trimestre de gestación para administrar las vacunas disponibles para las embarazadas. Por su parte, las matronas y enfermeras recuerdan que las futuras madres deberían tener todo el calendario de vacunación a lo largo de la vida actualizado. Y, en lo que respecta a la gripe, desde la especialidad de pediatría se insta a aprovechar la campaña anual contra esta patología para llamar a las mujeres embarazadas y que acudan a vacunarse.
Las vacunas pueden ayudar a proteger tanto a la gestante como al bebé durante sus primeros meses de vida frente a varias enfermedades graves o potencialmente mortales3 como las siguientes4: difteria, tétanos y tosferina (dTpa), gripe, enfermedad por Haemophilus influenzae tipo B (Hib), enfermedad neumocócica, enfermedad meningocócica, hepatitis B, poliomelitis, rotavirus o virus respiratorio sincitial (VRS).
Más concretamente, según el calendario actual de vacunaciones e inmunizaciones a lo largo de toda la vida del Sistema Nacional de Salud (SNS), durante el embarazo se recomienda administrar las siguientes vacunas4:
Todas estas vacunas son seguras y eficaces por lo que, en conclusión, su administración está recomendada durante el embarazo porque protege de enfermedades potencialmente graves tanto a la madre como al feto y al lactante durante sus primeros meses de vida, cuando es más vulnerable. En cualquier caso, consulte con su profesional sanitario para ver las vacunas actualmente disponibles.
Referencias: