Yiya se enamoró en 'Un príncipe para tres princesas' hace seis años: "Soy una cobarde"
La ahora superviviente eligió a su "rey" en una final de infarto en 2014
El de náufraga no es el primer papel en el que vemos desenvolverse con soltura a Yiya. Antes de ‘Supervivientes 2020’, la guerrera extremeña fue protagonista de su propio cuento en el programa de Cuatro ‘Un príncipe para tres princesas’ en 2014, donde consiguió enamorarse locamente de uno de sus pretendientes.
Después de varios meses de convivencia en el Reino de las Tres Coronas y de conocer a chicos de lo más diferentes, Rym, Marta y Yiya celebraron una espectacular final en la que cada una eligió al participante con el que quería salir de la mano. Para ese día tan especial, la ahora concursante de ‘Supervivientes’ se puso sus mejores galas y lució con mucho estilo un vestido de tubo blanco, adornado por unas plataformas de tacón de infarto.
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Decía que era “una mujer salvaje” y de “carácter incontrolable”, pero aquel día mostró a la audiencia su faceta más sensible y vulnerable. En todo su tiempo de reinado, había conseguido crear un vínculo importante con dos de sus pretendientes: Juan Carlos y Borja. Con el primero compartía su carácter “familiar”, mientras que en el segundo veía a su alma gemela.
No tuvo que pensárselo mucho y, cuando Luján Argüelles le dio el turno de elegir, Yiya dio un paso al frente y se acercó a Borja, el único hombre que conseguía ponerla nerviosa. Ella estaba asustada y no paraba de llorar, ya que sentía mucho por él y eso le daba miedo. “Soy una cobarde”, dijo entre lágrimas mientras que le dedicaba unas bonitas palabras que había escrito para él.
Tras abrirse en canal y mostrar su lado más sensible, Yiya agarró la corona y, sin pensárselo dos veces, se la puso en la cabeza a Borja. “Yo soy una plebeya, pero tú sí eres mi rey”, dijo antes de fundirse con él en un tierno abrazo. Ambos hicieron gala de su complicidad, sellaron la decisión con un beso y se soltaron algún que otro “te quiero” mientras que los invitados a la gala aplaudían como locos.