El amarillo no le dio mala suerte a Vicente Herrero en agosto de 2010. Después de varios años de gancho en ‘MyHyV’, la dirección del programa y Emma García decidieron ofrecerle la oportunidad de convertirse en tronista. Una propuesta que le dejó impactado y que tuvo que digerir muy bien antes de aceptarla.

Raúl Morgado decidió poner punto y final a su trono en agosto de 2010 y eligió que la mujer con la que quería salir del programa era Sandy. Fue entonces cuando se quedó un trono libre, el que pocos minutos después le ofrecerían a Vicente Herrero, el gancho de pelo ‘pincho’ que llevaba varios años dando caña desde las gradas de ‘MyHyV’.

La propuesta de Emma García le pilló totalmente de sorpresa y no pudo ocultar que estaba de lo más “nervioso”. Sus grandes amigas del programa, Tamara Gorro y Virginia Llanos no pudieron contener su emoción y se abalanzaron sobre él para darle un abrazo cargado de cariño.

Aunque tenía mucha experiencia en el programa, Vicente estaba “obnubilado” y le costó bastante digerir la noticia, por lo que pidió un poco de tiempo para no dar una respuesta precipitada y sentarse en la silla más deseada del ‘dating show’ con todas las consecuencias.

Tan solo un día después de la propuesta de Emma García, el gancho acudió de punta en blanco al programa y, minutos antes de decir si quería o no aceptar el trono, aseguraba que su mayor preocupación era que el trono no se le fuera de “las manos”: “A ver qué me depara el futuro estos meses”, dijo.

“Tengo ganas de enamorarme y lo necesito”, dijo Vicente Herrero segundos antes de que la presentadora le preguntara por última vez si quería tener su propio reinado. “Estoy dispuesto a enamorarme aquí”, dijo ante la sorpresa y felicidad del público y de gran parte de los colaboradores del programa.

Fue aceptar el trono y Emma García le invitó a que bajara las escaleras de ‘MyHyV’ como un auténtico tronista y con música épica incluida. Ya en posesión de su silla, Vicente Herrero abrió una caja que contenía algunos objetos que le podían definir.

La sorpresa fue cuando sacó del interior de la caja un paquete de chicles de nicotina, asegurando que uno de los requisitos que tenía que cumplir su futura novia era el no fumar. Empezó así un trono muy exigente y que dio mucho de qué hablar.