10 años del fin de 'Aquí hay tomate': 5 motivos por los que cambió nuestra tele
1. El cebo tomatero
¿Os acordáis de cómo empezaba siempre ‘El tomate’? ¡Exacto! Cebaban una noticia. Ya fuera un paseo por Marbella de Isabel Pantoja con Julián Muñoz o el último novio de la Obregón, la cuestión era dar un notición nada más empezar sin desvelar lo que veríamos posteriormente.
De esta manera, hasta entonces 'rara, siniestra y oscura', se iba cebando una noticia durante el programa que muchas veces ni llegaba o, directamente, no cumplían las expectativas de lo que los espectadores estaban acostumbrados. Eso sí, el reto se había cumplido: durante todo el “cebo tomatero” la audiencia estaba entretenida y pegada al televisor.
2. Guión impecable
Gran parte del éxito de esta peculiar forma de hacer tele fue en parte gracias a un guión impecable que los presentadores del programa iban desgranando con gracia, para dejar a los espectadores enganchados frente a la “caja mágica”. El carisma de Jorge Javier y Carmen Alcayde conjugaban perfectamente con un equipo de guionistas que enganchaban por su manera fresca y directa de novelar la vida de nuestros famosos.
3. Investigación gamberra del corazón
¿Quién dijo que en el mundo del corazón no se podía hacer investigación gamberra? NADIE… Pero, además, ‘El Tomate’ lo demostró con un montón de reporteros repartidos por toda España dispuestos a saber el color del bikini de nuestras ‘celebrities’ o escuchar a Belén Esteban gritando eso de: “Andreíta, cómete el pollo”.
4. Realización transguesora
Que si cámara para arriba… y ahora, cámara para abajo. El vaivén de cámaras en un plató pequeño daban una imagen metafórica de cómo se sentían sus seguidores cada vez que escuchaban la cabecera del programa. Estaban hipnotizados ante tal espectáculo. Se acabaron los planos medios, planos fijos y planos detalle… En 'Aquí hay tomate' se seguía al que contaba la noticia en plató, igual que si estuviera en la calle, porque tan importante es lo que se cuenta como cuidar al que lo cuenta.
De alguna manera, los presentadores también forman parte del espectáculo televisivo y en eso la realización del programa de Jorge y Carmen abrió un camino lleno de posibilidades para el resto de programas. Tanto es así, que ya es habitual en formatos como ‘Sálvame’ que se pinche directamente con un colaborador que va al baño, al que le sigue un cámara o enseñar cómo mueven la boquita cuando comen su merienda Terelu, Kiko Hernánez o el resto de integrantes.
5. Edición fuera de los cánones televisivos
Presentar vídeos con una edición fuera de lo “televisivamente” correcto es ahora algo muy normal entre los formatos de televisión. En aquella época, ‘Aquí hay tomate’ marcaba un antes y un después en la edición de sus vídeos o el grafismo que los acompañaba, desenfadado y gamberro, como el propio programa, y, sobre todo, con muchas ganas de innovar. Quizá el equipo que estaba detrás de esos montajes, el grafismo y su edición no eran conscientes que marcaban un punto y seguido muy importante y necesario para nuestra tele.
Hasta aquí nuestro pequeño homenaje a 'El Tomate'. A las cuatro en punto de la tarde de hace hoy precismante diez años, el plató enmudecía para decir adiós al formato que tanto nos hizo reír en las sobremesas españolas. "Nos odian, nos critican, pero hemos hecho historia", anunciaba machaconamente una voz en 'off'. Pues eso, larga vida a ‘El Tomate’.