Lydia Lozano no solo se atrevió a teñirse el pelo de azul durante su etapa como colaboradora en ‘A tu lado’, también logró hacer algo que nadie había conseguido antes: entrar en casa de Kiko Hernández acompañada de un equipo de cámaras de televisión.
Lo que en un principio fue una encerrona para el colaborador, acabó convirtiéndose en uno de los ‘house tour’ más divertidos y surrealistas de la televisión. Una excursión en la que hubo risas, revelaciones y algún que otro drama. ¡Lo recordamos!
El 31 de mayo de 2004, Lydia Lozano y Marisa Martín-Blázquez se armaron de valor y se atrevieron a sacar de la cama a Kiko Hernández para que les enseñara el interior de Villa Chatín, la famosa casa que el colaborador se compró años después de salir de ‘Gran Hermano’.
El colaborador, aún en shock por la visita de sus compañeras, se puso su bata de color azul y ejerció de guía turístico, enseñando todos y cada uno de los rincones de su humilde morada. Mientras él hablaba, Lydia y Marisa sacaban su lado más detectivesco e investigaban todos los detalles de la casa del colaborador de ‘A tu lado’.
Salón, cuartos de baño, bodega… El colaborador no se olvidó de ninguna zona de Villa Chatín y aprovechó para contar a sus compañeras algunas anécdotas que habían tenido lugar entre las cuatro paredes de su casa.
Después de enseñar el interior de su casa, Kiko Hernández condujo a la ahora colaboradora de ‘Sálvame’ y a Marisa Martín-Blázquez a su espectacular jardín: “La piscina es como ocho veces la tuya, Lydia”, dijo el propietario en tono de broma.
Fue entonces cuando, armada con un martillo, Lydia Lozano fijó su objetivo en uno de los enanitos del jardín de Kiko Hernández y lo golpeó hasta romperlo: “¡Que da mala suerte!”, dijo el colaborador al ver que el daño ya era irreparable.