Si hubo un nombre que estuvo en boca de Fran García durante los 101 días que pasó en ‘GH 2’, ese fue el de Muleto, uno de sus mejores amigos. El concursante no paraba de decirle a Mari que era el hombre perfecto para ella y decía de él que tenía el talento de poder mantener un diálogo coherente con un “cochino”.
La expectación era máxima. Todo el mundo quería poner cara a Muleto y ‘la noche de las familiares’ fue la gran ocasión para hacerlo. El buen hombre subió a la casa de Guadalix de la Sierra, cortó un plató de jamón para su amigo Fran y le dio “la sorpresa más grande” de su vida. ¡No faltaron las carcajadas en el minuto que tuvieron para hablar!
La quinta edición de ‘Gran Hermano’ dejó momentos para la historia de la televisión en 2003, entre ellos, la visita del novio de Fresita a la casa de Guadalix de la Sierra. Después de haber confesado que Nico era su amor platónico dentro del concurso, Nuria Yañez recibió la visita de su chico, Jimmy, en la gran noche de los familiares.
Vestida de princesa, la de Salou tuvo la oportunidad de ver a su novio, después de mucho tiempo, y pedirle perdón por los sentimientos que estaba teniendo dentro de la casa. Al encontrarse con él, la concursante se sumergió en un mar de lágrimas y dejó claro lo mucho que le echaba de menos.
Hemos visto muchísimas facetas de Amor Romeira en televisión, pero ninguna como la emoción que sintió al recibir la visita de su abuela en ‘Gran Hermano 9’. Al verla al otro lado de la pantalla, la canaria no pudo contener las lágrimas y se derrumbó al escuchar sus sabios consejos.
Javier Palomares protagonizó un momentazo épico en la décima edición de ‘Gran Hermano’. Mientras que Liz Emiliano se emocionaba con la llamada de su hija y Chiqui se reencontraba con su madre entre una multitud de mariachis, el concursante tuvo que trepar por una escalera hasta alcanzar el balcón donde le esperaba su novia Beatriz.
Exhausto por el esfuerzo de haber subido por la interminable escalera, Palomares se abrazó a su novia y rompió a llorar por lo mucho que la echaba de menos. Fue un momento de lo más emotivo.
La que más se mojó en la decimotercera edición de ‘Gran Hermano’ fue Ariadna, o al menos en la noche de las sorpresas. La concursante no dudó en tirarse a la piscina para nadar hacia su madre, que la esperaba en un pequeño islote en medio del agua. Allí, la hija de Fortu se fundió en un cariñoso abrazo con ella y con su hermana, que no paraban de animarla para que siguiera luchando por el que era su sueño: ganar el reality de Telecinco.
A Paula González le dio muy fuerte con Hawái y las piñas bebés en ‘Gran Hermano 15’. En una edición en la que dejó clara su pasión por la fruta diurética, la concursante se reencontró con su abuela después de mucho tiempo.
En la noche de los familiares, la precursora del ‘muero de amor’ vio cómo su abuela de 90 años salía de la piña y la esperaba con los brazos abiertos. Al verla, Paula se quedó en shock y, aunque no soltó ni una lágrima, no pudo evitar mostrarse de lo más emocionada.
Este miércoles volveremos a emocionarnos con la noche de los familiares en una nueva entrega de ‘GH DÚO: Límite 24 horas’, en la que seguro que a más de uno se nos escapa la lagrimilla.
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