Más emocionante que la propia final del talent show musical de 'Popstars' fue el día en el que Roser renunció a un puesto seguro en la final en favor de Carmen Miriam. España asistió incrédula a un momento histórico que quedaría grabado para siempre en nuestras retinas.
Tras casi tres meses de encierro, ensayos y mucha exigencia se acercaba la final de 'Popstars'. El concurso que amenizó el verano de 2002 y que ahora está de aniversario empezaba a cerrar filas sobre las concursantes que se podían postular para formar el grupo en cuestión. Tenían ya a seis finalistas: Elisabeth Jordán, Norma Álvarez, Marta Mansilla, Davinia Arquero, Mara Barros, Nora Gironés y entró en último momento en las quinielas Roser Murillo cuando minutos antes había sido eliminada con el 41 por ciento de los votos.
Las propias compañeras fueron las que lucharon y dieron su nombre para que la cantante estuviese dentro del futuro grupo 'Bellepop'. Y casi vieron su sueño cumplido, pero en aquel programa todavía no había nada escrito. Las sorpresas de última hora estaban garantizadas. Y el momento apoteósico lo vivimos cuando contra todo pronóstico Roser decidió ceder su puesto a Carmen Miriam que había sido expulsada anteriormente.
El plató se quedó mudo y solo Jesús Vázquez se atrevió a poner en palabras lo que todos pensábamos. "¿Vas a renunciar?" preguntaba el presentador alucinado y, de nuevo el silencio se imponía, aunque la solista no en vano se intentaba explicar: "No os podéis imaginar lo duro que es dejarlas aquí cuando ellas me han votado para salvar, pero sé que entienden por qué lo he hecho" y añadía, un ahora "Carmen, tía, disfrútalo".
Aquello fue un auténtico 'dramón' televisado y, aunque todos lo intentaron no hubo forma humana de quitarle a Roser la renuncia de su cabeza. La cantante se despidió y su gesto generoso el karma se lo recompensaría en el futuro tal como le auguró Jesús Vázquez en los últimos minutos de aquel histórico programa.