Hace 22 años que las manos de todos los españoles se tiñeron de blanco en señal de protesta por el asesinato de Miguel Ángel Blanco. 22 años de una angustiosa cuenta atrás que duró dos días y de la que los periodistas de Informativos Telecinco estuvieron muy pendientes para contarnos la última hora.
Los españoles nos despertamos con una tremenda noticia el día 10 de julio de 1997. Tan solo nueve días después de la liberación de José Antonio Ortega Lara, la banda ETA volvía a actuar de nuevo y lo hacía en la localidad vizcaína de Ermua. La editora del espacio ‘Entre hoy y mañana’, Marieta Frías, dio más detalles sobre lo sucedido en un programa especial de Informativos Telecinco.
A sus 29 años, el concejal del PP en el ayuntamiento de Ermua había sido secuestrado por la banda terrorista mientras se desplazaba a su lugar de trabajo. Fue a las 17:00 cuando un comunicante anónimo se puso en contacto con el diario ‘Egin’ para llevar a cabo un chantaje: “Si el Gobierno no procede al reagrupamiento de los presos de la banda terrorista en las cárceles del País Vasco, en las próximas 48 horas aparecerá muerto”, decía la amenaza.
Aquel día la prioridad era conocer el paradero de Miguel Ángel Blanco y Telecinco hizo un auténtico despliegue. Se hicieron varios cambios en la programación y se emitieron informativos especiales en los que hablaba de la cuenta atrás que tenía en vilo a toda España. El que fuera director del espacio de noticias de la cadena amiga, Luis Mariñas, fue el encargado de conducir un programa especial en el que se contaron todos los detalles de la acción que ETA había llevado a cabo como medida de presión contra el Gobierno.
El fatal desenlace llegó días después, el 13 de julio. El periodista y mítico presentador de noticias, Vicente Vallés, fue el encargado de dar la noticia de la muerte de Miguel Ángel Blanco en Telecinco. El concejal había recibido dos tiros en la cabeza, fue trasladado al hospital ‘Nuestra Señora de Aranzazu y no pudo superar el estado de coma, falleciendo a las tres de la madrugada.
Fue un portavoz del hospital el que informó del parte médico a la prensa. Había fallecido a las tres de la madrugada de “muerte cerebral”. La inhumana cuenta atrás había terminado y lo había hecho con el peor de los desenlaces. España lloraba y salía a las calles para expresar su dolor e indignación. Un dolor que, aun habiendo pasado 22 años, sigue en la memoria de todos.