Marta López llegó a Telecinco el 19 de marzo de 2001 y lo hizo convertida en concursante de la segunda edición de ‘Gran Hermano’. Se presentó a la audiencia como una mujer “impulsiva”, que no se callaba nada y que, además, era forofa del Atleti y amante de los caballos.
Por aquel entonces trabajaba en la cafetería que regentaban sus padres y que se encontraba en el campo del Atlético de Madrid. Fue allí donde el programa le comunicó que era concursante oficial y donde se llevó una sorpresa enorme.
La ahora colaboradora de ‘Ya es mediodía’ llegó a la casa de Guadalix de la Sierra con muchísima ilusión y, para sobrellevar mejor la experiencia, eligió una camiseta del Atlético de Madrid como objeto personal. Dijo que la llevaba para “apoyar” a su equipo para que subiera “primera”.
Durante su estancia en la casa de Guadalix de la Sierra demostró que conectaba mejor con los chicos que con las chicas y hasta protagonizó un intento de carpeta. A los pocos días de empezar el concurso, Marta López tuvo un acercamiento con Emilio, el concursante que después se casó con Eva en la primera boda de la historia de ‘GH’. Ambos se abrazaban, se daban cariño y hasta, en una ocasión, ella le sugirió que tenían que ser “la primera pareja” del reality. Algo que, al final, nunca llegó a suceder.
Se dejó la piel en el concurso y fue una de las participantes que más se esforzaba en las tareas de la casa, pero eso no fue suficiente para librarse de las nominaciones de cuatro de sus compañeros. Con cuatro puntos, Fayna, Karola, Eva y Kaiet decidieron sentarla en el banquillo de los nominados.
Después de diez días de convivencia, Marta López se convirtió en la primera expulsada de la audiencia, tras enfrentarse a Fran y Fayna en una emocionante nominación. Fue el final de su participación en ‘Gran Hermano’, pero el principio de una prometedora carrera televisiva que se aún se sigue manteniendo.
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