Había recorrido mundo, vivido muchas experiencias, pero le faltaba encontrar el amor verdadero. Con esta presentación bien le podrían haber dado el trono de 'MyH', pero fue más allá: en el 2010 le dieron su propio reality, 'I love Escassi'.
Se abrió un casting que contó hasta con 15.000 participantes para enamorar al jinete de oro. Y animado por esta expectación, Escassi se lanzó de lleno a su reto más arriesgado: encontrar pareja (y serle fiel) entre las 16 mujeres finalistas que quedaron para conquistarle. Para esta dura labor Álvaro Muñoz Escassi desplegó todas sus artes de seducción, unido a los consejos de su expareja Lara Dibildos que también tuvo su momento intervención para ayudar en la conquista de este corazón ligón, ¡espectáculo puro!
1. La mirada Escassi
La primera prueba que tenían que pasar sus chicas era aguantar unos penetrantes ojos azules que taladraban. La mirada Escassi era dura y muchas sucumbían a los nervios y hasta eran incapaces de hablar. Así el jinete se libraba de muchas palabras, porque lo cierto es que no era su fuerte la expresividad.
2. El rey del jacuzzi
No había tiempo que perder y para no desatender a sus mujeres, Álvaro Muñoz Escassi las invitaba al jacuzzi de tres en tres. La búsqueda del amor podía ser exigente, pero él tenía una capacidad innata digna de manual para manejar estas situaciones sin que le salpicasen demasiado.
3. El perfecto caballero
Escassi también sabía combinar su lado salvaje con sus dotes más dulces de perfecto galán. Por eso no dudaba en salir antes de las aguas para arropar con la toalla a su chica y que esta no pasara frío (algo que ponemos en duda por el calor que habían pasado minutos antes).
4. Vestido para conquistar
El amor verdadero no te puede pillar de cualquier forma. El jinete clásico de pura cepa lo tenía claro y por eso cuidaba su imagen y podía pasarse horas delante del espejo probándose camisas sin despeinarse. Y aprovechando cada toma lucía una nueva sesión 'casual' de pectorales.
5. Deportes de acción para un buen achuchón
Su pasión por los deportes de riesgo también era un buen ingrediente para conquistar. Hecho todo un vigilante de la playa se paseaba en lancha motora y de nuevo regalaba una tanda de pectorales y abdominales al descubierto para quien todavía no le había visto. Esta técnica le era infalible para que sus chicas le agarrasen y así combatir la velocidad.
Y al final después de tanto champán, piscinas, jacuzzi, frutita y viajes, Escassi no hacía más que sacarse anillos de la manga que entregaba a sus enamoradas. Llegó tan lejos que hasta tuvo su final. Sí, se fue con una enamorada que le duró un poco más allá de la salida. Hay que reconocer que Cupido tuvo especial mérito, que no puntería a la hora de que el jinete se consiguiese enamorar.