{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Jesulín de Ubrique, el torero más mediático de todos los tiempos, regresaba este lunes a Telecinco y lo hacía para concederle su entrevista más personal a Bertín Osborne. Una cita en la que se abrió como nunca con el presentador y dio más de un titular.
Hay que recordar que su última entrevista en la cadena amiga había sido en el año 2015, pero ¿sabes cuándo fue la primera vez que pisó uno de nuestros platós? ¡Retrocedemos justo veinte años para rescatar las imágenes!
El primer invitado de la nueva temporada de ‘Mi casa es la tuya’ sufrió hace algunos años un accidente de tráfico que estuvo a punto de costarle la vida y, poco después de aquel varapalo de la vida, concedió una entrevista en el programa ‘Día a Día’ de María Teresa Campos.
Sin embargo, no fue hasta dos años después, en 2003, cuando el torero se sentó por primera vez en el plató de un programa de Telecinco. Lo hizo en ‘La noche con Fuentes y Cía’, donde hizo un repaso a su carrera y habló del momento más duro de su vida.
Tras casi dos años apartado de los medios, Jesulín de Ubrique se sentaba en el programa de Manel Fuentes hace veinte años, en el mes de mayo de 2003, y lo hacía para responder a todos los temas que más interés generaban.
Entre otras cosas, habló de su participación en el ‘Festival de la Canción de Benidorm’, donde contó una divertida anécdota. Al parecer, al salir al escenario, se le olvidó la letra y tuvo que engancharse al playback como pudo.
Después de esa anécdota, que el torero contó con mucho sentido del humor, el hijo de Carmen Bazán se puso serio para narrar uno de los episodios más duros de su vida: el día que tuvo un accidente de tráfico que pudo costarle la vida.
En su entrevista en el programa de Manel Fuentes, el diestro explicó cómo tuvieron lugar los hechos y cómo lo encontraron debajo de un coche: “Yo estaba chillando como una rata porque fue tremendo”, dijo en ‘La noche con Fuentes y Cía’.
En 2003, Manel Fuentes quiso hablar con el torero del récord que tenía por aquel entonces como el matador que más corridas había hecho en un año. En concreto, 161. Llegó, incluso, a torear en un día cinco corridas.