Queda muy, muy poco tiempo para que las expulsadas se tomen la revancha en ‘Gran Hermano’. Hay varias candidatas a la repesca, pero no todas ellas podrán volver a convertirse en concursantes de pleno derecho.
Mientras descubrimos quién vuelve a la casa más famosa de Guadalix de la Sierra, en ‘Unplugged’ queremos recordar la identidad de la primera mujer de la historia del reality show que tuvo el privilegio de la repesca.
La noche de Halloween de 2007, los concursantes de la casa más vigilada de España recibieron grandes sustos y, también, la visita de un antiguo fantasma del pasado. Una mujer que había convivido con ellos y que había sido expulsada.
Por primera vez en la historia del reality show de Telecinco, se produjo la repesca, un giro de guion en el concurso que nadie se imaginaba y que sorprendió a muchos. Los candidatos eran exconcursantes como Karen, Paula o Amor Romeira y un reserva que se llamaba Agustín.
Los cuatro querían entrar y convertirse en concursantes de pleno derecho, pero solo uno podía conseguirlo. Para demostrar a la audiencia que eran válidos, estuvieron conviviendo durante una semana en una suite y generando tramas que atraparon a los espectadores.
Al final, era el público el que elegía y era deber de los aspirantes a la repesca el conquistarlos con tramas divertidas y espectáculo del bueno. Hay que decir que en eso de acaparar la atención de las cámaras hubo una que se llevó la palma y que no fue otra que Amor Romeira.
Durante los que convivió en la suite, nos regaló momentos de lo más divertidos y que consiguieron que la audiencia tomara partido por ella. Fue por eso que la canaria se convirtió en la primera repescada de la historia de ‘Gran Hermano’.
Hay que decir que la joven aceptó con muchas ganas esa segunda oportunidad y dispuesta a afrontar las cuentas pendientes que tenía con algunos de los participantes que continuaban en el reality show de Telecinco.
Antes de volver a concursar, Amor Romeira explicó que su principal objetivo era abrir los ojos a su amiga Melania Querol, que por aquel entonces tenía un romance con Piero, el italiano aquel que repetía hasta la saciedad la mítica frase “Me encanta”.
Después, la canaria confesó que tenía muchas ganas de intentar conquistar a Rodrigo, uno de los concursantes más atractivos de su edición y, también, de enfrentarse a Ángela, con la que no había hecho muy buenas migas en el reality.